Desplazados antidisturbios a Madrid para proteger los actos de Vox
Las amenazas de la izquierda radical obligan a reclutar a más de un centenar de policías de toda España para blindar la campaña del partido
Los graves altercados que se produjeron el día 7 en el mitin de Santiago Abascal y Rocío Monasterio en el barrio madrileño de Vallecas, de histórico voto izquierdista, no pueden repetirse. Esta es la consigna que existe en la Policía Nacional, que, en una decisión prácticamente sin precedentes en la capital, está ya presente en cada acto de precampaña de Vox y así seguirá ocurriendo hasta los comicios autonómicos del 4 de mayo. Esta misma semana, se ha reforzado la presencia de agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP) o antidisturbios, con la llegada de decenas de agentes desde otros puntos de España. En los últimos días, han venido refuerzos de las unidades de Málaga, La Coruña y Valencia. Un grupo de cada ciudad, lo que, en caso de que las plantillas estuvieran al 100%, serían unos 150 uniformados; pero al no ser así, rondan los 120, aproximadamente. Las UIP de Madrid también se encuentra por debajo de sus necesidades.
«Normalmente, ese refuerzo existe en Madrid por la alerta 4 antiterrorista. Pero estamos doblando turnos desde hace tiempo, con una plantilla que no está al cien por cien y ahora hay que estar presentes en los mítines de Vox», explican fuentes del dispositivo. La previsión no es baladí si se tiene en cuenta que responden a los datos que manejan en los servicios de Información de la Policía: los grupos radicales de izquierda se están volviendo a movilizar para enfrentarse a los integrantes del partido derechista, habida cuenta de que ahora, en precampaña, los tienen en la calle, al alcance de su objetivo más inmediato: atacar su integridad física. Esta misma semana se ha notado ya la mayor presencia de antidisturbios en Madrid. Los dos últimos episodios, aunque se saldaron sin incidentes, tuvieron lugar ayer mismo: Vox tenía convocados mítines a la una de la tarde en la plaza de Oporto, en el popular barrio de Carabanchel (con alocuciones de Monasterio y Javier
Ortega Smith, portavoces en la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid, respectivamente), y a las 19.30 en el parque del céntrico Templo de Debod (con Monasterio y Abascal, el líder nacional). El llamado colectivo de Madres contra la Represión había hecho un llamamiento para reventar el acto de Carabanchel con esta proclama: «Al fascismo y al capitalismo se les planta cara en las calles», con las imágenes de los bustos invertidos de estos dos últimos líderes conservadores mencionados. Quedaba a la interpretación de cada cual si querían hacer un símil del denigrante tuit con la imagen de Benito Mussolini y su amante colgados en la plaza de Loreto de Milán tras ser fusilados en 1945.
Madres contra la Represión es una asociación dirigida desde 2013 por Elena Ortega, la madre del delincuente Alfonso Fernández Ortega, ‘Alfon’, encarcelado por tenencia de explosivos y agresión a policías, convertido en referencia y ‘mártir’ de la izquierda radical madrileña y apoyado explícitamente por dirigentes de Unidas Podemos. Alrededor de 40 antidisturbios (un grupo de UIP) blindaron la cita, que acabó sin incidentes. Esta presencia policial se limita, indicaron fuentes policiales de primera mano, a los mítines de Vox: «En los de PSOE, PP y Cs, por ejemplo, no hay problemas. Solo acudimos a los de los socialistas cuando va el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a petición de Moncloa, lo que es normal». Todos los informantes quieren dejar clara una cosa: «La decisión no es para nada política, sino por lógica profesional y a raíz de las informaciones que se manejan en el Cuerpo».
A este trabajo hay que sumar el habitual: otras concentraciones y manifestaciones, y actos de los Reyes, aunque, eso sí, la situación sería aún peor si existieran partidos de fútbol con público y grandes conciertos y fiestas al aire libre, aclaran distintos policías a este periódico.
«La idea es proteger la campaña electoral. Se ha hecho hasta ahora mucho hincapié en que se ha golpeado a la Policía [en la ‘plaza roja’ de Vallecas hubo más de 35 heridos, una veintena de ellos policías, y 15 detenidos]; pero lo más grave es que se ha agredido a ciudadanos que acuden a un mitin político o incluso a un diputado que, sea del partido que sea, es un representante de la ciudadanía».
Tras lo ocurrido en Vallecas el día 7 se han producido más intentos de boicot. Por ejemplo, el domingo, en la plaza de Quintana, en el distrito de
La razón «No es una decisión política, sino por lógica profesional y por las informaciones que se manejan»
Más carga laboral «Seguimos en alerta 4, se están doblando turnos y hay que evitar nuevos altercados como en Vallecas»
Ciudad Lineal, «se concentró un grupo hostil» ante un acto de Vox. «No era muy numeroso, de unas veinte personas. Se les embolsó y les sacaron de ese punto, hasta retirarlos a otra zona, donde siguieron con sus proclamas y caceroladas contra el partido», explican las fuentes. En el barrio de Tetuán se reeditó esta situación el lunes pasado.
Tensión en Moratalaz
Más tensión se vivió ese mismo día en Moratalaz. En esa zona existe uno de los grupos de ultraizquierda más activos de Madrid (y mimados por el sector radical de Podemos), Distrito 14, famoso por haber agredido incluso a mujeres de Ciudadanos en su caseta en las fiestas del barrio en la época de Carmena. Alguna acabó con la boca literalmente rota y es una de las facciones violentas que desde entonces está bajo la lupa policial. Hace tres días, los antidisturbios tuvieron que hacer un cordón de seguridad en torno a la pérgola de Vox, junto a la que los antisistema pintaron en el suelo «Fuera fachas de nuestros barrios».
Para mañana por la tarde se ha convocado una manifestación «Contra el fascismo y su represión: vecino, defiende tu barrio. ¡No pasarán!». Partirá de nuevo de la ‘plaza roja’ de Vallecas y acabará en la Asamblea de Madrid, situada en ese barrio.
En cuanto a Vox, organizará su propia marcha por el Día del Trabajo el día 1: «Para esa jornada montaremos un dispositivo especial porque intentarán reventarla», explica un mando.