Un propagandista de Daesh reclutaba yihadistas en prisión
La Policía lo detiene en la cárcel de Murcia, que en marzo ya vivió una operación similar
Es español, tiene 31 años y residía en Ceuta cuando fue encarcelado en noviembre de 2017 tras una operación de la Comisaría General de Información de la Policía en la que se le acusó de ser un ‘informante’ o ‘reportero’ de la yihad, un perfil que utiliza Daesh en todo el mundo para hacer atractivos a sus captadores y convertirlos en ejes de acopio y distribución de su propaganda. En la actualidad cumple condena en la prisión de Murcia II, en Campos del Río, donde el jueves por la mañana volvió a ser detenido por agentes antiterroristas de esa unidad acusado de reclutar yihadistas dentro del centro penitenciario, siguiendo así de forma fiel las instrucciones de Daesh, al que ha jurado fidelidad.
Es llamativo que esta sea la segunda operación de este tipo que hacen las Fuerzas de Seguridad desde marzo en ese centro penitenciario, aunque no están relacionadas. La anterior estuvo a cargo de la Jefatura de Información de la Guardia Civil, que detuvo a tres individuos por formar una célula de reclutadores para Daesh. El cabecilla, M.F., delincuente sexual, fue arrestado en la cárcel de Zuera (Zaragoza) y sus dos compinches, M.A. y K.B., ambos argelinos y el primero de ellos con condenas por homicidio, en la citada prisión murciana.
Las pesquisas que desembocaron en la última detención comenzaron en 2019, cuando los agentes tuvieron conocimiento –gracias al trabajo desarrollado por los profesionales penitenciarios en el ámbito de la prevención, detección y control de los procesos
Encarcelado desde 2017 El detenido es español, tiene 31 años y el trabajo de los funcionarios de prisiones ha sido decisivo
de radicalización yihadista en los establecimientos penitenciarios– de las actividades de un recluso muy radicalizado que se encontraría realizando labores de captación de futuros ‘muyahidines.’
El perfil de este sujeto, que cumple condena por hechos similares, hizo que se redoblara la vigilancia sobre él. Como miembro del aparato de propaganda de Daesh, el sospechoso era un profundo conocedor de la estrategia de difusión y comunicación mediática de la organización terrorista y se comprobó que había adaptado su ‘modus operandi’ al entorno penitenciario. En su día se le intervinieron decenas de miles de vídeos que subía a plataformas y disponía de programas muy profesionales de edición de imágenes.
Aunque ahora no disponía de esas posibilidades técnicas, sí utilizaba la palabra y los actos como método de captación. Se trata de un tipo algo tosco, pero como su voluntad de reclutar seguidores para Daesh se mantuvo firme incluso entre rejas, los expertos consideran que se trata de alguien especialmente peligroso.
Los investigadores catalogan a este individuo como un ‘mindhunter’ o ‘cazador de mentes’, y su intención era manipular la voluntad y adoctrinar a otros presos –incluso a aquellos condenados por delitos comunes y ajenos a las doctrinas yihadistas–, con el objetivo de captarlos y adherirlos a la causa de Daesh.
Cuando fue arrestado por primera vez actuaba como distribuidor de material a modo de ‘informante de Daesh’, una figura clave en la obtención, almacenamiento y difusión de contenidos radicales procedentes de los canales oficiales de la organización terrorista. Así, se encargaba de distribuir en tiempo real cada una de las novedades y noticias publicadas por ésta.
Viajes a Siria
Además, los agentes de la Comisaría General de Información demostraron cómo el detenido formaba parte de una red de captación, adoctrinamiento y reclutamiento con mucha influencia en jóvenes asentados en el barrio ceutí de El Príncipe. En concreto, formaba parte en 2014 de un grupo de media docena de individuos la mayoría de los cuáles viajaron a Siria para unirse a las filas de Daesh. Prácticamente todos murieron en combate y si él no se sumó a sus compañeros fue, probablemente, porque su constitución física –se trata de un tipo muy corpulento–, le dificultaba mucho seguir los cursos en campos de entrenamiento yihadistas.
«Gracias a los funcionarios de Prisiones hemos actuado pronto y este individuo no ha conseguido hacerse con un grupo de seguidores en la cárcel», explican las fuentes. «La coordinación de la Policía con Instituciones Penitenciarias es total; este Cuerpo ha detenido a más del 80% de los yihadistas encarcelados y los protocolos están muy engrasados», añaden.