Zidane tiene en vilo al Madrid

El club quiere que siga y el técnico decidirá en mayo. Hoy se juega la Liga con ocho bajas

Es un tipo enigmático, extraño, indescifrable, ciclotímico. Llegó al Real Madrid hace veinte años y nadie sabe lo que Zidane piensa en un momento dado, porque su forma de ser es íntima, interna. Solo se abre con amigos como Bettoni. En el Real Madrid todos coinciden en una verdad: «Es tozudo, fiel a sus ideas y puede tardar en decidirse, pero cuando decide una cosa la hace y la mantiene, le digas lo que le digas no cambiará de opinión». Y ahora está tardando en contestar si continuará al frente del equipo la próxima temporada. Tiene contrato firmado hasta junio de 2022 y la cúpula del club desea que siga, pero el francés señala que decidirá a final de curso.

Cuando se le cuestiona si le gustaría seguir otros cuatro años al lado de Florentino Pérez, reelegido presidente hasta 2025, Zizou regatea con gracia: «Me alegro por el presidente. Ya veremos el futuro. La prensa habló de echarme hace meses. Otros tuvieron dudas, yo nunca tuve dudas. No pienso en la temporada próxima. Tener contrato por cinco años o por uno es igual, todo puede cambiar al final de cada año. Dicen que yo tengo flor, que tengo suerte. Tengo flores, pero no soy un desastre de entrenador. Tampoco soy el mejor. Ahora

Damián

Nyon

Isco o Asensio

Marcelo

Djené

Soria

Arambarri

Maksimovic

Aleñá

Vinicius

Kroos

Chust

Mata

Timor

Benzema

Modric

Militao

Courtois

Olivera

Cucurella

Valverde

Odriozola solo pienso en el partido de Getafe». Un encuentro, el de esta noche, que le preocupa porque se enfrenta al más difícil todavía. Cada jornada es una final de Liga y hoy sufre ocho bajas, la última Mendy, de manera que solo le quedan tres defensas disponibles en la plantilla, Odriozola, Militao y Marcelo. Ante esta tesitura, ha convocado al canterano Víctor Chust para que juegue de central.

La lista de ausentes es de órdago: Varane, Ramos, Casemiro, Nacho, Carvajal, Hazard, Lucas Vázquez y el lateral francés, que estará dos semanas sin jugar y es difícil que pueda medirse al Chelsea el 27 de abril. Es su meta.

«El equipo se encuentra físicamente al límite», señala un profesional de la casa. El cúmulo de lesiones exige el sacrificio de otros hombres que están tocados y que deben jugar hoy en el Coliseum ante la gravedad de la situación. Es el caso de Benzema, con un pie dolorido tras la dura entrada de Milner en Anfield, y de Kroos, con molestias musculares que ya le obligaron a pedir el cambio en Liverpool.

Sin defensas

La plaga de descartes ha supuesto que Zinedine solo tenga catorce futbolistas del primer equipo, únicamente doce de campo, de forma que ha tenido que rematar la convocatoria con jóvenes del Castilla de Raúl.

El entrenador marsellés afirma que elegir un once es un quebradero de cabeza para él, porque tiene muchos hombres de calidad a los que debe sentar. Ahora sufre un problema peor, no tiene mimbres de sobra para hacer una alineación válida que compita por la Liga.

Alegre por lo conseguido hasta ahora, la lucha por los dos títulos hasta mayo, cosa que casi nadie esperaba, Zizou está preocupado porque se juega las dos competiciones con diez partidos en treinta días, el equipo está roto por las lesiones y ese ritmo de un encuentro cada 72 horas será otro camino de espinas. El miércoles podrá contar con Casemiro, Varane y Nacho en Cádiz. Su incógnita es cuando introducir a Carvajal y Hazard en la batalla, tras su recaídas. Mendy intentará estar ante el Chelsea en el Di Stéfano. Ramos no volverá hasta mayo. Y Lucas Vázquez es baja definitiva. Cada alta es, para Zidane, una bendición.