Alemania rinde homenaje a las víctimas en pleno repunte del virus
► El presidente pide unidad pese a las heridas profundas que ha abierto la crisis
Representantes de todos los partidos políticos alemanes asistieron ayer al servicio religioso ecuménico y al acto de homenaje nacional en memoria de las 80.000 víctimas mortales que hasta ahora se ha cobrado la pandemia en Alemania, pero ninguno de ellos habló. Se limitaron a escuchar a los jefes de las tres iglesias cristianas, la ortodoxa, la evangélica y la católica, y al presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, que hizo un llamamiento a la unidad y reconoció que el coronavirus ha causado heridas profundas en la sociedad.
«Necesitamos un momento para hacer una pausa, un momento más allá de la política cotidiana, un momento que nos permita mirar juntos la tragedia humana de la pandemia», justificó Steinmeier el acto. «¡No permitamos que la pandemia, que ya nos obliga a distanciarnos como humanos, también nos separe como sociedad!».
Ambas ceremonias tuvieron lugar mientras la incidencia semanal del coronavirus sigue levemente al alza, con 162,3 casos por 100.000 habitantes y mientras el país confía en poner freno a los contagios con el avance de la vacunación y activando un «mando único» de actuación.
«Queremos conmemorar a aquellos que tuvieron una muerte solitaria y a menudo dolorosa, sin asistencia ni despedida, en estos tiempos oscuros, recordar a los que han perdido a sus seres queridos: estás solo con tu sufrimiento, no estás solo en tu dolor», dijo el jefe de Estado alemán. «Hablemos del dolor, el sufrimiento y la ira. Pero no nos perdamos en señalar la culpa, mirar hacia atrás, sino en reunir fuerzas para el camino a seguir», continuó.
Cinco familiares describieron el sufrimiento de sus esposos, padres y madres con palabras conmovedoras. Los jefes de los cuatro órganos constitucionales participaron en la ceremonia: el presidente del Bundestag, Wolfgang Schäuble; el presidente del Bundesrat, Reiner Haseloff; la canciller, Angela Merkel; y el presidente del Tribunal Constitucional, Stephan Harbarth. El presidente del Consejo de la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD), Heinrich Bedford-Strohm, dijo que la experiencia de la crisis de la época de la pandemia «recae en el alma como un trauma cuyo procesamiento llevará mucho tiempo».
En la solemnidad de la iglesia, el presidente de la Conferencia Episcopal alemana y obispo de Limburg, Georg Bätzing, ofreció unas palabras para quienes «no pudieron disponer de un funeral y cargan con la cruz del desconsuelo».
Los presidentes regionales de los 16 Bundesländer se sumaron al duelo y pidieron a la población que encendiese velas en las ventanas, cuyas luces seguían brillando anoche en muchos hogares, al cierre de esta edición. Otra iniciativa surgida en internet, crítica con la gestión de la pandemia, llamó en cambio a llevar velas a las puertas de gobiernos regionales y ayuntamientos a modo de protesta. El iniciador, Marcus Ewald, criticó el acto de homenaje porque «aquí los culpables les dicen a las víctimas cómo llorar».
Incidencia La incidencia se situó ayer en 162,3 casos por cada 100.000 habitantes tras notificar 19.185 contagios