Empresario de éxito
Hombre fuerte del nuñismo durante los veintidós años que estuvo el constructor en la presidencia del Barcelona
Josep Mussons y Mata (Igualada, 1925-Barcelona, 2021), empresario de éxito y hombre fuerte del nuñismo durante los 22 años que estuvo el constructor en la presidencia del Barcelona, falleció el pasado sábado a los 95 años de edad. «Me tomo la vida como un coche. La carrocería puede estar abollada, pero si el motor funciona, el coche sigue adelante. Ahora estoy esperando, esperando que un día, un árbol se ponga en medio... y la culpa será del árbol, no mía. Terminará la cosa, pero de momento yo voy contando la vida por meses en vez de años. Siempre digo ‘un mes más’ porque soy optimista», explicaba hace cinco años. Este sábado apareció el maldito árbol en el camino de Mussons, disfrazado de coronavirus.
El catalán tuvo una intensa vida profesional, en la que destaca su papel como cofundador de la empresa Bimbo en 1964 o de la feria Alimentaria en 1976, además de consejero de varias empresas, y consejero y secretario del consejo de administración de La Caixa entre 1981 y 1995. Además, su carisma le hizo partícipe de iniciativas sociales, como por ejemplo la Cofradía del Cargol de Barcelona (asociación lúdica formada por amantes gastronómicos del caracol), que presidió durante casi treinta años. Pero a Mussons se le recuerda como directivo del Barcelona, donde tuvo un papel fundamental en el desarrollo de las secciones deportivas y en la creación de La Masía, una de las canteras más prolíficas del fútbol mundial. La llegada de Mussons a la entidad azulgrana se produjo tras las elecciones de 1978, cuando formó parte de la candidatura de Nicolau Casaus, que quedó en tercer lugar en esos comicios. Junto con Casaus y otros compañeros de candidatura, se integró en la junta presidida por Josep Lluís Núñez, que fue el ganador en las urnas. Inicialmente se convirtió en vicetesorero y presidente de las secciones deportivas (1978-79), impulsándolas desde el punto de vista de la gestión, aceptando publicidad en las camisetas y dotándolas de una gestión más moderna, promoviendo un verdadero salto adelante en los resultados deportivos de todas las secciones profesionales. Acompañó a las secciones en sus desplazamientos y fue un asiduo del Palau Blaugrana.
No obstante, su gran aportación a la dirección del club fue como máximo responsable del fútbol base, empleo que compaginaba con la de vicepresidente tercero del club, cargo que ejerció desde noviembre de 1979 hasta el año 2000. Se implicó en la cantera y fue uno de los responsables de la inauguración de La Masía como residencia de jóvenes valores. Era habitual verlo en los partidos que disputaban las categorías inferiores, y su nombre se ha asociado a futbolistas que surgieron en aquel momento, como Pep Guardiola o Guillermo Amor. Priorizó la formación y educación personal de los jugadores por encima de la deportiva.