Pedro Castillo, rival de Keiko Fujimori, no garantiza las inversiones españolas en Perú
El izquierdista radical, que se enfrentará a la conservadora Keiko Fujimori en la segunda vuelta, propone una nueva Constitución que no garantiza la estabilidad de las inversiones españolas
En una entrevista con ABC, el candidato de la izquierda radical a la Presidencia de Perú, Pedro Castillo, aboga por una revisión de las inversiones y por una Asamblea constituyente compuesta «por el pueblo» y no los partidos.
Pedro Castillo vive en la provincia de Chugur, región de Cajamarca, situada a 20 horas de viaje en avión y camioneta de Lima. Desde allí ha comenzado el recorrido por todo el país de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Perú, que se celebrará el 6 de junio, y en las que se enfrenta con la conservadora Keiko Fujimori. Cajamarca es la ciudad donde el conquistador español, Francisco Pizarro, capturó y mando matar al inca Atahualpa dando fin al imperio incaico, y al inicio del Virreinato que duró tres siglos.
Desde el año 2001, las elecciones presidenciales son procesos convulsos en el país andino que volvió a reelegir a Alan García (1985-90 y 2006-11) después de la catástrofe económica de su primer gobierno; y en el que Keiko Fujimori perdió sucesivamente en los años 2011 y 2016, ante Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski (PPK), respectivamente. A esto se ha sumado que en los últimos cinco años, el país ha visto como el caso ‘Lavajato’ (sobornos otorgados a los expresidentes por la empresa brasileña Odebrecht) ha provocado la detención de Keiko Fujimori, Ollanta Humala y Alejandro Toledo, y llevó al suicidio a Alan García, además de la caída de PPK, Martin Vizcarra y Manuel Merino... hasta llegar al último presidente interino, Francisco Sagasti.
Después de un año golpeado duramente por el Covid-19, el país, en duelo, otorgó el pasado 11 de abril casi el 20% de sus votos al partido Perú Libre, que lidera Pedro Castillo, un profesor y líder de extrema izquierda que quiere cambiar la constitución y reformar el sistema financiero, algo que se consideraba un tema tabú desde el primer gobierno de García que causó la hiperinflación más grande de América Latina. En diciembre pasado, Castillo tenía 0.001 % de intención de voto y se convirtió en la sorpresa electoral.
Pedro Castillo tiene 51 años y nació en la comunidad de Puña, provincia de Chota en Cajamarca (ubicado al norte del país). ABC ha viajado hasta allí para conversar con el candidato sobre sus planes si alcanza la presidencia el próximo mes de junio. —¿Qué opina de su sorpresivo triunfo en primera vuelta? —Para mí, no fue sorpresivo. El voto de los ciudadanos de cuarta clase me llevó hasta donde estoy hoy. De cara al bicentenario, el Perú despertó y se ha dado cuenta que no vivió una verdadera democracia. En Chota, botamos al terrorismo que fue Sendero Luminoso (la banda terrorista de corte maoísta). Hay un terrorismo de Estado que ha permitido que haya millones de pobres y cuando vas a protestar a Lima por tus derechos te dicen ‘terruco’ (palabra con la que se acusa a alguien de terrorista).
—¿Usted se considera marxista? —No soy marxista. Soy maestro, campesino, un hombre de fe y un ‘rondero’ (así se llama a los grupos de seguridad comunal) que viene del pueblo. —¿Cómo piensa realizar el cambio de la constitución de 1993 promulgada por el expresidente Alberto Fujimori? —Convocaremos a un referéndum para preguntar si se quiere o no hacer un cambio de la constitución. Si el resultado es positivo, convocaremos en seis meses a la Asamblea Nacional que será formada sin partidos políticos; es decir, llamaremos a las organizaciones, a los gremios, al pueblo... para que formen parte de la asamblea. En mi gobierno habrá una economía popular de mercado. En el Perú la corrupción es constitucional y es defendida por un Tribunal (Constitucional) que no tiene credibilidad. No podemos esperar 200 años más para cambiar la constitución hecha por el pueblo y que reemplace a la de 1993.
—Si llega a la presidencia, ¿respetará las inversiones españolas en Perú? —No buscamos ahuyentar a ninguna de las empresas, simplemente si somos gobierno convocaremos a un referéndum nacional para escuchar lo que diga el pueblo sobre el cambio de la constitución de 1993. Si se vota a favor de una nueva constitución, se instalará la asamblea constituyente. Es decir, mientras se haga el cambio, respetaremos la vigencia de la constitución (donde, según el artículo 62, se establece la seguridad jurídica de las empresas que invierten en el país).
—Insisto: ¿Están garantizadas las inversiones españolas en Perú?
—Por supuesto. Nadie ha mencionado que se busque ahuyentar las inversiones. Bienvenidas las inversiones y la extracción minera donde la población y la naturaleza la permitan. La inversión extranjera es bienvenida, pero sin estafar a los locales. Hay que escuchar al pueblo: si en el marco de la nueva constitución el pueblo deja en manos del Estado que se revise los contratos, haremos la tarea… Dependerá de la Asamblea Constituyente lo que se haga o no. —¿Cuál será su relación con Vladimir Cerrón, secretario general de su partido, Perú Libre, que según él defiende a los Gobiernos de Cuba, Ni
Sobre la corrupción
«En el Perú la corrupción es constitucional y es defendida por un Tribunal (Constitucional) que no tiene credibilidad»
Sobre Venezuela, Cuba y Nicaragua
«En nuestro gobierno una cosa es la libre información, que se tiene que respetar, y otra cosa es la ‘libre imposición’ por parte de los grupos mediáticos»
caragua y Venezuela?
—Cerrón es el secretario del partido, pero no tiene influencia y no tiene que ver con la campaña. El comando de la campaña presidencial se conduce de modo diferente a la estructura orgánica del partido.
—¿Desautoriza entonces a Cerrón?
—No lo desautorizó. La estructura orgánica del partido es distinta del comando de campaña proselitista que trabaja con el pueblo.
—¿Cómo tranquiliza a los electores que señalan que si usted es presidente Perú se convertirá en una nueva Venezuela?
—Me sorprenden todas esas cosas ¿no? Lo que hay que hacer es enseñarle al pueblo que en nuestro gobierno una cosa es la libre información, que se tiene que respetar, y otra cosa es la ‘libre imposición’, que vemos cómo se va desenvolviendo en el proceso electoral.
—¿A qué se refiere con ‘libre imposición’?
—La ‘libre imposición’ es no decir la verdad desde las pantallas, desde los periódicos, y se busca imponer lo que ellos, los grupos mediáticos, piensan. Mientras ellos dicen una cosa, la realidad es otra y luego se tienen que corregir cuando la verdad sale a la palestra.
—¿Qué opina del enfoque de género que ha sido aprobado como política nacional?
—No es una prioridad porque hay problemas más urgentes en el país. Debe debatirse en la Asamblea Nacional, pero no estoy de acuerdo porque sería quebrar la familia, esa es mi percepción y es lo que siente la población.