Sant Jordi vuelve a la calle con mascarilla y controles de aforo
Barcelona recupera paradas y los autores firmarán en espacios acordonados
«El Sant Jordi de los libros y las rosas en la calle ha vuelto». Con tan solemnes palabras quiso avanzar ayer el presidente de la Cámara de Libro, Patrici Tixis, lo que ocurrirá el próximo 23 de abril, Día del Libro, que el año pasado no pudo celebrarse y que este año lo hará a medias. «No será como el de hace dos años pero será mucho mejor que el del año pasado», subrayó Tixis durante la presentación de un plan operativo que, en la ciudad de Barcelona, se traducirá el viernes en 490 paradas de rosas y libros en las calles y once espacios públicos perimetrados en los que habrá firmas de autores y ventas de libros y rosas.
Así, con el visto bueno de las autoridades sanitarias y la voluntad de reforzar el comercio local y de proximidad, el libro vuelve a echarse a la calle para renacer con una Diada que deberá renunciar a buena parte de su caótica naturaleza para adaptarse a las restricciones vigentes. «Será un Sant Jordi ordenado, con distancias de seguridad y controles de aforo», confirmó Tixis. Se prevé que en toda Cataluña se instalen cerca de 800 paradas de libros y rosas, una cifra bastante similar a las que se manejaban antes de la pandemia.
En Barcelona, a los 490 puestos ubicados delante de librerías y floristerías habrá que sumar otros 180 repartidos en el interior de los once espacios perimetrados y repartidos por diferentes barrios de la ciudad. Zonas acordonadas y permanentemente vigiladas por cuestiones tanto sanitarias como de aforo donde se habilitarán una treintena de puntos de firmas de escritores. «Las firmas las tenemos separadas en todos los espacios de venta, de modo que las colas serán diferentes», detalló el secretario técnico del Gremio de Editores de Cataluña, Marià Marin.
Zona de encuentro
Las plazas Real y Universitat, el paseo Lluís Companys, la plaza de Sarrià, los Jardines de Gràcia, los Jardines Centelles del Palau Macaya, la plaza Orfila y el paseo de Gracia entre Ronda Sant Pere y Aragón son algunos de los espacios habilitados para esponjar al máximo la afluencia de público mientras Javier Cercas, María Dueñas, Jesús Carrasco, Najat El Hachmi, Dolores Redondo o Víctor del Árbol se reencuentran con sus lectores. Todos, eso sí, con la mascarilla en su sitio y barra libre de gel hidroalcohólico.
Además, y para reducir las posibles aglomeraciones, libreros y floristas podrán instalar sus tenderetes a partir del miércoles, lo que abre las puertas a una suerte de Sant Jordi en versión extendida que, en realidad, ya lleva días cociéndose en librerías y cajas registradoras. «Hemos notado que se están adelantando las ventas. Es de agradecer, porque no podemos asumir toda la locura que era el día de Sant Jordi», explicó la presidenta del Gremio de Libreros de Cataluña, Maria Carme Ferrer. Un locura que dejó en 2019 más de 22 millones de euros en facturación y que, tras el agujero negro de 2020, podría remontar este 2021 hasta los 13 millones. Esa es, por lo menos, la previsión de libreros y editores, que confían en alcanzar esta semana un 60% de la facturación de un Sant Jordi de los de antes.
Ventas El sector espera llegar al 60% de un Sant Jordi ‘normal’, lo que supondría facturar 13 millones de euros