Sanidad mantiene el plan de vacunación y no aplazará dosis
Se pospone el debate sobre los toros y otros eventos multitudinarios
El Ministerio de Sanidad mantendrá su estrategia de vacunación y no aplazará la segunda dosis de las vacunas de
Pfizer y Moderna. En la comisión de Salud Pública, en la que están representadas las comunidades autónomas y el Gobierno, se ha votado a favor de mantenerla y en contra de inmunizar a más población con una sola dosis.
La comisión tenía sobre la mesa tres opciones: dejar el plan tal cual y seguir inyectando dos dosis con un intervalo de 21 días (en el caso de Pfizer) y de 29 para la de Moderna; alargar la segunda dosis entre 6 y ocho semanas en menores de 79 años o distanciar el mismo tiempo la segunda dosis en las personas de menos de 69 años. Finalmente, se ha optado por la opción más conservadora de mantener el plan inicial.
La decisión se ha tomado con los votos de cinco comunidades en contra y una abstención, la del Principado de Asturias. Por su parte, Andalucía, País Vasco, Cataluña, Madrid y Murcia votaron a favor de cambiar la estrategia vacunal y poder distanciar las dosis.
Tiempos de escasez
La opinión científica está dividida sobre la conveniencia de distanciar los pinchazos de las vacunas para tener a más gente, al menos, con una dosis. La Agencia Europea del Medicamento opina que las vacunas contra el Covid autorizadas deben usarse tal y como marca su ficha técnica. Sin embargo, el presidente de la Sociedad Española de Vacunología, Amós García Rojas, defiende que aunque no sea la solución ideal, «es un recurso válido en tiempos de escasez». La idea no era nueva y otros países como Reino Unido, Canadá, Israel o Chile ya la habían implementado.
La comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad tenía también sobre la mesa otra propuesta para restringir los eventos y actividades multitudinarios, en función del nivel de alerta epidemiológico del territorio. Este era también un debate complejo porque, de aprobarse, dejaba en el aire la vuelta de los toros a Madrid el próximo 2 de mayo. Y con ella, una apuesta personal de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
La propuesta que estaba sobre la mesa era suspender cualquier actividad multitudinaria en los territorios donde se alcanzara el nivel 4 o de máximo riesgo. No importaba que se tratara de celebraciones al aire libre, ya fueran culturales, religiosas o festivas. En niveles de alerta más bajos se prevía la celebración pero con límites de aforos máximos.
Los técnicos del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas decidieron ayer aplazar una semana más la discusión. Aunque el debate podría reanudarse hoy en el Consejo Interterritorial de Salud, cuando los consejeros de salud se vean las caras con la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
Vulnerables
En el consejo quizá se discuta también qué ocurre con el grupo de entre 70 y 80 años, el más desprotegido en estos momentos por el parón de AstraZeneca. Los 3,1 millones de dosis de AstraZeneca administradas en España, con límite actual en los 69 años, habrían sido suficientes para cubrir a los mayores de 70 años que todavía no han recibido ningún pinchazo. Con datos hasta el 19 de abril, un 43,9% de septuagenarios ya tienen al menos una dosis. Faltan todavía 2,3 millones de personas entre 70 y 79 años. Es el cuarto país de la Unión Europea con peores cifras en esta franja de edad, según los datos del Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).
Con una incidencia en España al borde del riesgo extremo, 231 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, aumenta el peligro por la desprotección a la población de más edad. Al fin y al cabo, en un virus donde la longevidad condiciona la gravedad de sus efectos, la población entre 70 y 79 años es la segunda con mayor mortalidad, con el 21% de las muertes en España, según los datos del Instituto de Salud Carlos III.
A favor Madrid, Cataluña, Murcia, Andalucía y País Vasco votaron a favor de poner una dosis a más personas
Mayores de 70 Son ahora la población más vulnerable de España. Faltan 2,3 millones por inmunizar