Francia bajará la presión fiscal para reactivar su economía
El Gobierno de Macron apremia a Bruselas para que los fondos se aprueben en julio
Al presentar con su homólogo alemán, Olaf Scholz, el Plan nacional de relanzamiento y resiliencia, Bruno Le Maire, ministro francés de Economía y Finanzas, insistió ayer en estos puntos: seguir reduciendo impuestos, seguir reformando –liberalizando– e invertir, con los fondos europeos, en transición ecológica, transición digital y competitividad, reforzando la cohesión social y territorial, asegurando la soberanía nacional y europea en la nueva geografía de la influencia mundial.
A través de una videoconferencia común, entre París y Berlín, con el fin de insistir en la «coincidencia de puntos de vista y calendarios, nacionales y europeos», Le Maire comenzó por insistir en dos cuestiones básicas: «Hemos perdido demasiado tiempo». «La Comisión debe examinar los planes de relanzamiento nacionales con rapidez, para que sean aprobados en el Consejo europeo de julio, como muy tarde. De este modo, el dinero europeo podría comenzar a llegar a finales del verano».
Sentado ese principio de ‘urgencia absoluta’, Bruno Le Maire destacó otra perspectiva estratégica, de Europa ante China y los EE. UU.: «El plan de resiliencia es un objetivo de soberanía europea. La UE no puede reposar en la dependencia. Debemos reforzar nuestra independencia tecnológica, que es la llave de nuestra soberanía».
Entrando en el detalle del Plan nacional de relanzamiento y resiliencia Le Maire recordó su matriz y cimientos: «Seguiremos cumpliendo nuestros objetivos, sin subir los impuestos y bajando los niveles de imposición nacionales, para las empresas y para los particulares; al mismo tiempo que seguiremos reformando. Será imprescindible consumar la reforma del sistema nacional de pensiones».
En el Plan presentado por Bruno Le Maire, la transición ecológica está dividida en cuatro capítulos: Renovación energética; ecología y biodiversidad; infraestructuras y movilidad verde, y energías y tecnologías verdes. Se trata de una suerte de ‘modelo ecológico realista’, aplicado de manera liberal para reformar el modelo tradicional francés.
Competitividad empresarial
En el proyecto de relanzamiento nacional, la transición digital es presentada como un arma para incrementar la competividad de las empresas, en tres direcciones: financiación de las empresas, asegurar la soberanía tecnológica y digitalización generalizada de todos los servicios públicos, nacionales, regionales y municipales.
La cohesión social y territorial es la cúpula del proyecto nacional: asegurar la creación de empleo, favorecer la formación profesional, ayudar a empresas y particulares en dificultad, consolidar la cohesión territorial, a través de los servicios públicos comunes, comenzando por la sanidad, la educación, la seguridad pública.
A la espera del complejo proceso multilateral de aprobación del Plan europeo de salida de la crisis, Bruno Le Maire insiste en las grandes líneas de la diplomacia y la política europea de Francia: será más urgente que nunca relanzar los empantanados proyectos de ‘soberanía europea’, será más urgente que nunca proseguir los proyectos de reforma y liberalización de las economías, para poder defender la competitividad, nacional y europea, en la nueva geografía de la influencia mundial. Son los cimientos de las próximas campaña políticas de Emmanuel Macron, en la perspectiva de la próxima elección presidencial y la presidencia francesa de la UE, el primer semestre del año que viene.