Casado acusa a Sánchez de instigar el enfrentamiento
El líder del PP ve al Gobierno «desesperado» ante lo que le espera el 4-M
El PP pasó al contraataque ayer, en un acto electoral con víctimas del terrorismo, después de que el Gobierno de Sánchez le acusara de rechazar un cordón sanitario a Vox porque cuenta con este partido para poder gobernar en la Comunidad de Madrid. En una campaña que también es decisiva para Pablo Casado, el líder de los populares elevó el tono para recordar que Sánchez es presidente del Gobierno «gracias a Bildu», un partido que no condena el asesinato de 850 personas por parte de la banda terrorista ETA.
Sánchez, denunció Casado, necesita en cada votación a Bildu. «No merece la pena seguir en el poder con los votos sucios de un partido que no condena 852 asesinatos de inocentes», sentenció. Esa fue su respuesta ante el intento de Sánchez de situar en el eje de la campaña la necesidad de aislar a Vox, algo que, como es evidente, facilitaría bastante las cosas a la izquierda para desplazar a Ayuso y hacerse con el poder en la Comunidad de Madrid.
Casado, que salvo actos puntuales está haciendo una campaña paralela a la de Ayuso, protagonizó en Aranjuez un acto electoral en defensa y apoyo a las víctimas del terrorismo. Allí estaban Teresa Jiménez Becerril, Marimar Blanco, Ángeles Pedraza, Daniel Portero y Jaime Mateu. Todos criticaron al Gobierno de Sánchez, y en concreto al ministro del Interior, por su política de acercamiento de presos etarras y por el hecho de llamar al PP «organización criminal».
Casado, que se ha tomado estas elecciones como el punto de inflexión que marcará el cambio de ciclo político en España, y por tanto el principio del fin para la etapa de Sánchez, negó que exista un problema de convivencia en el país. Lo que sí hay, advirtió, es «un problema de polarización instigada por un Gobierno desesperado porque va a perder estrepitosamente las elecciones del 4 de mayo» en Madrid.
«Les conviene la tensión»
El presidente del PP apuntó así a Sánchez como máximo responsable de buscar el enfrentamiento y la división, y recordó lo que confesó Zapatero en su día, en otro campaña electoral: «Nos conviene que haya tensión». Al Gobierno, aseguró Casado, le interesa que exista tensión y la busca a la desesperada. Y por eso «resucita a Franco, legisla en lo moral, enfrenta por sexo, por género, por orientación sexual». «Pero ya no cuela», afirmó Casado.
Con un Gobierno que tiene a Bildu como socio preferente, el PP no admite ni una lección de Sánchez sobre cordones sanitarios. Y tampoco sobre las condenas ante las amenazas. Después de descubrirse la carta amenazante dirigida a Ayuso, con balas dentro, Casado puso como ejemplo la serenidad con que ha reaccionado la presidenta regional madrileña, y recordó la misma actitud de Aznar, cuando salió ileso del atentado con coche-bomba, o de Rajoy, tras el puñetazo que le propinaron en la cara en Pontevedra. «España es una tierra de concordia, en la que hay convivencia civil, en la que no se ve en la calle esa crispación que nos intentan trasladar», advirtió.