Exteriores deja en el aire el nombramiento de treinta nuevos embajadores
La ministra González Laya ha designado ya los relevos de todos los escalones inferiores Destinos
Con la aprobación por parte de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, de la provisión de puestos de trabajo en el extranjero, los funcionarios de la carrera diplomática que se postularon para ocupar plazas como embajadores de España, tienen una oportunidad para desarrollar su carrera profesional.
Conocido en la jerga de la carrera diplomática como ‘bombo’, este concurso constaba de 107 vacantes inferiores al puesto de embajador (como cónsules generales, consejeros culturales o secretarios de embajada, entre otros), a las que podía postularse cualquier funcionario, independientemente del rango. Publicado en el BOE la semana pasada, solo faltan por saber los jefes de misión que representarán a España en más de 30 embajadas. Si para el bombo González Laya agotó el plazo de resolución –que vencía el 21 de abril–, para el nombramiento de embajadores no existe ningún reglamento en vigor que marque unos tiempos, por lo que la ministra puede hacerlo a lo largo de 2021 si lo ve conveniente.
Hasta que esto ocurra, hay más de 30 jefes de misión que ya están de salida y se desconoce quién les sustituirá. Entre ellos se encuentran los de las embajadas de Canadá, Costa de Marfil, Emiratos Árabes Unidos, Gabón, Indonesia, República Dominicana, Rusia, Irán y Nigeria. En todas ellas habrá nuevo embajador en los próximos meses.
Propuestas sobre la mesa
A esta lista hay que añadir esos puestos en embajadas tan importantes como las de Londres y Nueva Delhi, que llevan vacantes desde principios de enero y mediados de noviembre, respectivamente. Además, hace un mes, el embajador de Bosnia y Herzegovina también cesó. Hasta que haya un nuevo jefe de misión, en su lugar hay un encargado de negocios.
Lo más probable es que la formalización del nombramiento de los nuevos embajadores por parte del Consejo de Ministros no tarde en producirse. Según ha podido saber ABC,
Una discusión interna, según González Laya Dice que no hay problemas con los nombramientos y que están debatiendo quién es mejor para cada puesto
Incertidumbre por parte de los diplomáticos Pensaban que para principios de año tendrían destino. Les genera inquietud para organizar su vida familiar
Londres y Nueva Delhi Embajadas importantes como las de Londres y Nueva Delhi esperan a ser renovadas
González Laya tiene desde finales del año pasado una terna con tres candidatos para cada una de las embajadas. Al conocer este dato, los funcionarios que se postularon a esas plazas hicieron sus cávalas y pensaron que la lista definitiva se sabría tras aprobarse en un Consejo de Ministros celebrado en enero o febrero. Al no hacerlo, y al ser finales de abril, en las últimas semanas se ha extendido entre los diplomáticos cierta inquietud, derivada de la incertidumbre que les provoca no saber qué será de ellos en los próximos meses.
Algunos de ellos entienden como una «demora» que González Laya todavía no haya nombrado embajadores y han declarado que este supuesto retraso atenta contra la conciliación familiar. «Muchos diplomáticos están casados y tienen hijos. No saben si renovar el contrato de su casa por seis meses más o si tienen que matricular a los niños en España o en el nuevo destino. Tienen que organizar un poco su vida y, si no saben qué será de ellos, no pueden tomar decisiones muy importantes para ellos».
Fuentes diplomáticas aseguran a ABC que «dado que no existen plazos determinados para el nombramiento de embajadores, no cabe hablar de demora». Y añaden: «Actualmente los tiempos de permanencia en el puesto son más previsibles que en el pasado, pero la esencia del proceso no ha cambiado y no es asimilable a las convocatorias ordinarias de puestos en el exterior».
Una gran opacidad
En este proceso existe mucha opacidad porque «incluye consultas con autoridades de otros países y se trata de nombramientos de carácter discrecional». De hecho, todavía falta por saber qué embajadores serán políticos. Algunos miembros de la carrera diplomática consideran que resolver primero el bombo y dejar para después el ‘embabombo’ –así se denomina en la jerga de pasillo del ministerio a las candidaturas de jefes de misión– genera una disfunción, pues lo que podría suceder cuando el Consejo de Ministros ratifique las propuestas de embajadores es que alguno de ellos tenga plaza en el bombo. Para entenderlo, basta un ejemplo: si a un diplomático le adjudican el puesto de consejero cultural en Roma, y luego le hacen embajador; ese puesto en Roma (al que ha accedido a través del bombo) volvería a quedar vacante y esa plaza tendría que convocarse dentro de tres o cuatro meses. Las mismas fuentes diplomáticas afirman que el bombo y el embabombo son «dos procesos de distinta naturaleza», por lo que no importa cuál se resuelva primero.
Ayer, en la rueda de prensa posterior a la reunión con su homólogo tunecino, González Laya dijo que no existe ningún problema respecto a estos nombramientos. «Lo que hay en estos momentos es una discusión para ver quién está en mejor posición de ocupar según qué puesto. Es una discusión puramente interna que en cuanto haya concluido se comunicará a los interesados», declaró. Y concluyó: «Todo funciona dentro de la normalidad del funcionamiento del ministerio de Asuntos Exteriores».