Enfado en el deporte por la inacción con la vuelta del público
▶ Los clubes de LaLiga y la ACB están cansados de ver cómo el resto de categorías y modalidades sí cuentan con aficionados y ellos siguen de vacío
Mañana es día de partido en la Fuente de San Luis. Juega por la mañana el Valencia Basket, con el título de la Liga Femenina en juego, y lo hará ante 1.400 aficionados que tratarán de impulsar a sus jugadoras hacia un éxito nunca antes alcanzado. Horas más tarde, en ese mismo escenario y con la misma camiseta naranja, los chicos del equipo de la ACB se medirán al Estudiantes, pero lo harán huérfanos de seguidores, que seguirán viendo a su equipo a través de la televisión. Mismo deporte, mismo club, mismo pabellón, pero realidades opuestas en la grada. Es el culmen de un paisaje confuso dibujado y amparado por el Gobierno, que mantiene vacíos los asientos de los estadios de Primera y Segunda y de los pabellones de la Liga Endesa, mientras ve cómo crece el público en los recintos del resto de categorías y deportes. Agravio comparativo que ha hartado a los clubes del deporte profesional y que otean ya el final de temporada sin haber visto una mínima apertura para sus intereses.
Ha sido el Ministro de Cultura y Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, el que se ha encargado de enfriar de nuevo las aspiraciones de los equipos de LaLiga y la ACB, que veían con esperanza un regreso testimonial de seguidores antes de bajar el telón a la campaña. «De forma inmediata no puede haber público. La mirada prudente aconseja que sigamos observando estos días cómo evolucionan las cosas y, a partir de ese análisis, podremos tomar una decisión desde el ámbito de la cogobernanza. Iremos semana a semana y partido a partido», resumía ayer el máximo responsable del deporte nacional, sin descartar de manera radical la vuelta de los aficionados, pero dejando la pelota en el tejado de Sanidad. Un discurso de prudencia extrema que contrasta con la realidad