ABC (Nacional)

El penúltimo viaje de Irene Lozano, el eterno fichaje de Pedro Sánchez

El presidente la quiere en puestos de máxima confianza y se ha llegado a barajar como embajadora en Londres

- ANGIE CALERO MADRID

Cuando en 2011 Irene Lozano pisó por primera vez el Congreso de los Diputados para ocupar su escaño con UPyD, nada le hacía imaginar a esta madrileña, licenciada en Lingüístic­a y diplomada en Filosofía, que acabaría convirtién­dose en el eterno fichaje de un presidente del Gobierno que, por aquel entonces, ni se concebía como inquilino en el Palacio de la Moncloa.

Por el camino de este viaje que ya dura diez años, Irene Lozano ha realizado muchas paradas y transbordo­s. Todos ellos los ha concluido escribiend­o un libro. Pero no se la conoce por sus ensayos feministas ni por sus novelas de amor y denuncia, sino por los libros que ha escrito, gracias a los líderes de los dos partidos políticos donde ha militado.

«Es lo que hay» (Debate), el libro de Rosa Díez, fue su debut en 2011, cuando solo era una recién llegada a UPyD. Lozano fue diputada por el partido hasta 2015 y, unos meses antes de entrar en las listas del PSOE, llegó a ser candidata para liderar el partido de Rosa Díez, cuando ésta dio un paso al lado ante la irrupción de Ciudadanos en el panorama de la política nacional.

Malestar en el PSOE

Para las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015 –las primeras donde se presentaba­n Podemos y Ciudadanos– Lozano se convirtió por primera vez en el fichaje de Pedro Sánchez, una condición que no ha abandonado desde entonces. Quien contactó con ella fue Antonio Hernando, que por aquel entonces era portavoz del PSOE en el Congreso y una de las figuras con más peso al lado de Sánchez, que buscaba para sus listas perfiles independie­ntes que le acercaran un poco a la nueva política.

Aquel primer fichaje de Lozano no fue muy bien acogido en el seno del PSOE. Y es que, en un contexto donde el liderazgo de Sánchez estaba en entredicho, Lozano había sido muy crítica desde UPyD con el pasado de corrupción del que en ese momento era su nuevo partido. Los barones estaban muy divididos y algunos exigieron que pidera perdón, pero ella no lo hizo. Su implicació­n en aquella campaña fue tan escasa que, cuando se tuvieron que repetir las elecciones en 2016, ella no figuró en las listas. Alegó problemas personales y desapareci­ó durante un tiempo del panorama político.

‘Manual de Resistenci­a’, la polémica autobiogra­fía de Pedro Sánchez, la volvió a situar en el disparader­o de la política y las relaciones personales. Aunque el contrato del libro se había firmado antes de que llegase a La Moncloa, no fue publicado hasta 2019. En el prólogo del libro, el recién estrenado presidente del Gobierno agradecía a Lozano que hubiera «dado forma» a las conversaci­ones que habían mantenido durante horas. Coincidenc­ia, casualidad o buen ojo, lo cierto es que Lozano no se había visto en otra igual.

El proceso de escritura del libro le sirvió para reforzar una relación de estrecha confianza con Sánchez. Vínculo

sin el que no se entiende todo lo que ha venido después. En su primer Gobierno la colocó como secretaria de estado para la España Global, un puesto que la situó como posible candidata para las plazas de libre designació­n del Ministerio de Asuntos Exteriores, hasta tal punto que, tras las elecciones de noviembre de 2019, llegó a barajarse su nombre como ministra. El puesto al final lo ocupó González Laya, mientras que Lozano asumió la presidenci­a del Consejo Superior de Deportes en un año que, antes de la pandemia, iba a estar marcado por los Juegos Olímpicos. Pero la rumorologí­a de pasillo del Ministerio de Exteriores ha llegado a situarla como embajadora en Londres.

Fuentes gubernamen­tales corroboran a ABC que el nombre de Irene Lozano ha sonado para este puesto. Apuntan a que el destino de Londres no está cerrado, pero que la opción de que sea Lozano parece más compleja ahora, tras su inclusión como número cinco en la lista del PSOE para las elecciones a la Comunidad de Madrid. Por su parte, en el entorno de Lozano manifiesta­n que su nombre se planteó para el puesto porque desde Exteriores se filtró que la plaza la ocuparía una mujer. Y apuntan a que a Lozano no se lo han llegado a plantear.

Cuando este periódico se interesa por conocer el futuro de Lozano más allá de las elecciones a la Comunidad de Madrid, fuentes gubernamen­tales responden que «cualquier cosa relacionad­a con Irene Lozano la decide exclusivam­ente el presidente». El papel de Irene Lozano en campaña está siendo discreto, pero lo que parece seguro es que no hay nada cerrado respecto a ella y que hay que esperar a conocer los resultados de las elecciones del martes.

Horas de confidenci­as Escribir el libro de Sánchez convirtió a Irene Lozano en un puntal de estrecha confianza con el presidente, que desde entonces cuenta siempre con ella

Cargo con proyección internacio­nal El último puesto que ocupó fue el de presidenta del Consejo Superior de Deportes, en un año que, antes de la pandemia, iba a estar marcado por los Juegos

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EP Irene Lozano durante un mitin con el PSOE en la campaña electoral madrileña

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