Casado consolida su apuesta por gobernar con menos impuestos tras la bajada andaluza
Casado consolida su apuesta por extender el modelo fiscal de Madrid a otras autonomías
La rebaja de impuestos anunciada por Andalucía y en menor medida por Castilla y León consolida la apuesta de Pablo Casado por extender a las comunidades en las que gobierna el PP el modelo fiscal de Madrid: tributos más bajos para impulsar el crecimiento.
MADRID
Cada año, el Colegio General de Economistas elabora un estudio sobre la fiscalidad autonómica y foral. Y cada año, las principales novedades a destacar pueden agruparse por color político. Si el 2020 arrancó con bajadas impositivas en Andalucía (PP), Murcia (PP) y Galicia (PP), frente a subidas en Canarias (PSOE) o La Rioja (PSOE), este 2021 empezaba con nuevas rebajas en Andalucía y Murcia, frente a un aumento de la presión fiscal en la Comunidad Valenciana (PSOE) para las rentas altas o Baleares (PSOE).
La fragmentación política del Congreso en dos bloques, derecha e izquierda, ha tenido su réplica en el modelo fiscal y la tendencia es sostenida. La mayoría de las subidas impositivas pertenecen a regiones gobernadas por el PSOE o sus socios mientras que las bajadas, en cambio, son más habituales en las comunidades capitaneadas por los populares. Y la bajada impositiva adicional anunciada esta misma semana por Andalucía y, en menor medida, por Castilla y León terminan de consolidar esa apuesta del PP de Pablo Casado por una gobernabilidad con menos presión fiscal para los contribuyentes.
Debate ideológico
El pulso entre Madrid y el Gobierno central por los impuestos de Sucesiones y Donaciones es, en realidad, solo la punta del iceberg. El modelo popular apuesta también por las deducciones y ayudas como estímulo económico, así como rebajas del IRPF para incentivar el consumo. Enfrente, el prototipo socialista que apuesta en mayor medida por el mantenimiento o las subidas de impuestos.
«En la fotografía autonómica se aprecia esa diferencia», comenta el presidente del Consejo General de Economistas de España, Valentí Puig, como traslación del debate entre izquierda y derecha. «La izquierda clásica siempre es más proclive a impuestos más altos porque así el sector público tiene más recursos y puede hacer más. La socialdemocracia también es partidaria pero con más cuidado. Los liberales, en cambio, entienden que hay impuestos como Patrimonio o Sucesiones que deben desaparecer», continúa este renombrado economista, que recuerda que en época de crisis siempre crece el debate ideológico, pero también que actividad y fiscalidad son ‘vasos comunicantes’.
«Eficacia o infierno fiscal»
Los populares no relacionan el debate entre subir o bajar impuestos con la potencia del sector público sino con la eficiencia en la gestión. «Con el PSOE, Andalucía era un auténtico infierno fiscal. Los socialistas aplicaban una voracidad fiscal que en Andalucía no se empleaba en mejorar los servicios públicos sino en cubrir las ineficacias en la gestión», subrayan fuentes populares. Para los socialistas, por su parte, el debate es ficticio. «Estamos en campaña electoral y las bajadas que anuncia el PP son demagógicas, son muy pequeñas», aseguran fuentes socialistas que defienden, sin embargo, que se establezca un suelo mínimo en los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones a nivel estatal para acabar con lo que denuncian como competencia fiscal entre comunidades. Según las cifras de la Junta de Andalucía, su nueva bajada de impuestos beneficiará a más de 4,1 millones de familias, trabajadores, autónomos y pymes que se ahorrarán en conjunto 329 millones de euros. Castilla y León, por su parte, acaba de eliminar los impuestos de Sucesiones y Donaciones.
El economista jefe de Tressis y asesor económico de los populares, Daniel Lacalle, asegura que las cifras son claras: «Que en las comunidades en las que gobierna el PP hay una menor presión fiscal es un hecho. Como también lo es que en las que gobierna el PSOE con Podemos son en las que la presión fiscal es la mayor de todo el país».
La pandemia
Pero más allá del debate ideológico, este tipo de rebajas abre otro más práctico: ¿cómo ajustar el déficit y la deuda, disparados con la pandemia? El economista y profesor de la Universidad de Alcalá José Carlos Díez pone el foco en que el «protocolo europeo exige recortes o subidas de impuestos. Las comunidades que los bajen tendrán que recortar o decir que recorte el Gobierno central». Desde Génova lo rechazan de plano. «Hemos demostrado con esta revolución fiscal que bajando impuestos se puede recaudar
Camino de vuelta El ajuste de un déficit y una deuda disparados por la pandemia pondrá a prueba los dos modelos
más y fortalecer los servicios públicos». «La recaudación de la renta ha aumentado. Por cada euro que se ha dejado de recaudar por Sucesiones y Donaciones se han recaudado cuatro euros por IRPF», apuntan desde la Junta andaluza. Similar experiencia cuenta la presidencia madrileña. «La bonificación de la recaudación en Sucesiones y Donaciones no ha supuesto una merma. En 2019 Madrid fue la segunda comunidad con mayor recaudación por detrás de Cataluña», destacan.
En efecto, las bajadas impositivas en Sucesiones, Donaciones, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados vinieron seguidas de un aumento del 8,2 por ciento en las ingresos de la Comunidad de Madrid por estos impuestos. «Antes de la bonificación (2006) se realizaban unas 4.000 donaciones al año y en el ejerci