ERC anuncia un acuerdo en horas con Junts y estos lo desmienten
Vilalta y Artadi ponen de manifiesto las diferencias entre los socios de la Generalitat
Agotados los meses de marzo y abril en negociaciones infructuosas, ERC anunció ayer por la mañana, ante la prensa, que esperaba convencer a Junts para hacer presidente a su candidato, Pere Aragonés, «en horas», aspiración que quedó descartada al instante, en otra comparecencia de prensa, a la misma hora, en la que Elsa Artadi desmintió a sus socios y alejó el acuerdo avisando que este puede llegar en horas, o en 23 días, los mismos que quedan para evitar la repetición electoral.
«No ha habido un antes y un después», resaltó Artadi al afirmar que en Junts no tienen la sensación de que en las recientes reuniones con ERC –la última, el 1 de mayo en la prisión de Lledoners (Barcelona)– haya pasado «nada extraordinario». «No sé si es una manera de justificar un ultimátum, que en realidad no existía», resumió ante los medios.
Las palabras de Artadi sonaron como una enmienda a la totalidad al tono optimista expresado unos minutos antes por la portavoz de ERC, Marta Vilalta, que repitió en una docena de ocasiones que la reunión celebrada el sábado –a la que asistieron Aragonès, Artadi, Oriol Junqueras y Jordi Sànchez– fue un «punto de inflexión» para las negociaciones. Así lo analizó la ejecutiva de ERC, que valora el encuentro, el segundo confirmado oficialmente. ¿Resultado? Decidir aparcar los caminos alternativos sondeados, principalmente un gobierno en solitario de ERC con el apoyo externo de los de Carles Puigdemont.
Contradicciones, en directo
Descolocada al conocer, en directo, la versión de Junts, Vilalta lanzó una advertencia de urgencia: «Sería irresponsable llevar la negociación al límite, absolutamente irresponsable». De nuevo, un sonoro choque en público entre los actuales socios demuestra la escasa sintonía entre ambos, tanto a nivel estratégico como comunicativo.
Dos ruedas de prensa, casi a la vez (solo media hora de diferencia), expresando un análisis diametralmente opuesto del mismo encuentro celebrado pocas horas antes por ambos partidos. Las medidas por la pandemia facilitan que algunos periodistas estén conectados a las dos comparecencias a la vez, poniendo de relieve, en directo, las contradicciones.
La anécdota de este lunes se añade al viacrucis seguido desde el 14-F por
ERC para convencer a Junts de que les entregue la presidencia de la Generalitat. En ERC lo han probado casi todo: llamaron a la puerta de los comunes de Ada Colau para formar un gobierno con menos dependencia de Junts; se acercaron a la CUP; amenazaron con debilitar a la presidenta del Parlament, Laura Borràs; y fijaron sucesivas fechas límite a la negociación, del 23 de abril al 1 de mayo, que se superaron sin novedades ni consecuencias. Nada ha funcionado y en Junts siguen marcando el ritmo y la agenda.
En la práctica, no ha sido hasta que el diálogo se trasladó a Lledoners cuando se han conocido tímidos avances. «Nos duele haber agotado tantas semanas para llegar a este punto». Así resumió Vilalta la situación de las relaciones entre Junts y ERC, partidos que aspiran seguir gobernando. Preguntada por la prensa, la portavoz republicana negó que Junts exija que Aragonès viaje a Waterloo (Bélgica) para que el expresidente autonómico y fugado de la Justicia valide un eventual acuerdo de investidura.
Encuentro en la cárcel «No ha habido un antes y un después» de la reunión en Lledoners, afirman en Junts, que ven un tímido avance