Foden, el corazón del Manchester City
► El canterano inglés, contrapunto en un club de estrellas que hoy busca ante el PSG la final de Champions
El jeque Mansour bin Zayed adquirió el Manchester City en 2008 con el deseo de reinar en el fútbol inglés y el gran reto de levantar un Liga de Campeones, el trofeo que había comenzado a rondarle la cabeza años antes de desembolsar 250 millones de euros para convertirse en propietario del club. A punto de celebrar su quinta Premier League, el objetivo doméstico con el que aterrizó está ya sobradamente satisfecho, pero el sueño europeo se le sigue resistiendo, aunque esta temporada lo ve más cerca que nunca porque el conjunto que entrena Guardiola afronta hoy (21.00 horas, Movistar Liga de Campeones) la vuelta de las semifinales ante el PSG con ventaja (1-2). El multimillonario árabe acaricia su ansiada final después de un gigantesco gasto de casi
2.000 millones para fichar a muchos de los mejores futbolistas del planeta y en la actual plantilla, Phil Foden, un jovenzuelo con cara de niño pillo, recuerda que este club, además de dinero, mucho, también tiene cantera, y buena. El centrocampista se crió en ella, gana peso en el equipo y se ha convertido en una de las grandes esperanzas de la selección de su país.
Nacido hace 20 años en Stockport, a diez kilómetros de Mánchester, Phil Foden es el corazón del City y no solo por su incansable correteo en el campo. Si el deseo del jeque era ser dueño, el anhelo del centrocampista fue desde niño poder jugar en el equipo del que era incondicional pese a criarse en una familia dividida por el fútbol. Con su padre y su hermano colgándose la bufanda roja del United en los días de derbi, su madre y él nunca renunciaron al azul del otro equipo de la ciudad.
Curiosamente, el mismo año que Mansour bin Zayed saludaba por primera vez desde el palco, Foden ingresaba en la academia del club sin pensar que algún día podría entregar una Champions al nuevo dueño del equipo que algunas noches le quitaba las ganas de cenar por sus derrotas. Pura pasión por el fútbol. Durante su infancia era habitual verle como recogepelotas en días de partido y en 2012 vivió en primera fila el gol con el que Agüero rubricó ante el Queens la conquista de la primera Premier en la era del jeque. Aquel argentino que le encandilaba con sus regates es ahora su compañero en el vestuario.
Futbolista incombustible, con una fantástica conducción de pelota y rápido de mente a la hora de tomar decisiones, Foden vio cumplido su sueño de niñez al debutar el 16 de diciembre de 2017 frente al Tottenham, aunque le costó encontrar continuidad en las convocatorias de Guardiola. El técnico dosificó las apariciones de un jugador que cada temporada ha ido creciendo en minutos y que esta temporada ha terminado de explotar. Ya suma 36 partidos y una decena de goles, tres más que en el curso anterior. Hoy volverá a ser una amenaza para la defensa del PSG
Pese a que los halagos y las palmadas en la espalda se suceden, Foden no ha perdido la perspectiva ni ha olvidado de su pasado. Por eso, en su camiseta sigue luciendo el 47, el número que eligió para el partido de su estreno y al que no renuncia porque a esa edad murió su abuelo, persona a la que estaba especialmente unido. Un futbolista polivalente que pierde el corazón cuando pisa las áreas rivales. «Puede jugar en el medio, de extremo o en una falsa posición de nueve en la delantera», responde Guardiola habitualmente cuando se le pregunta por la versatilidad de un futbolista que acumula ya una decena de títulos con el City. Su sueño continúa ahora con la Champions
entre ceja y ceja.
Desde 2008 El año que el jeque Mansour bin Zayed compró el club, el centrocampista ingresó en su academia