El artífice del «¡váyase, señor González!» reconoce que «nunca había visto tanto cariño a un político» como con Isabel Díaz Ayuso
Su adversario en esta campaña, Miguel Ángel Rodríguez (MAR), cursó Filología Hispánica, pero pronto se pasó al periodismo local, antesala de su temprano salto a la política de la mano de Aznar: con solo 23 años ya era su portavoz en el Gobierno de Castilla y León; a los 25, director de comunicación del PP, y enseguida, secretario de Estado de Comunicación y portavoz oficioso del Ejecutivo. Pero en 1998 el inventor del famoso «¡váyase, señor González!» se apeó de la política. Asumió la presidencia de la agencia de marketing Carat España. Después, iniciativas empresariales de todo tipo, con las que se ha acumulado un importante patrimonio (5,7 millones de euros según su declaración), e incluso seis novelas publicadas. También una vertiente de tertuliano televisivo, con voz de tiple y un particular humor, siempre dispuesto a no dejar a nadie indiferente.
«No entrar en la trampa»
El último éxito de MAR
MAR retornó a la política tras 21 años fuera para asesorar a Ayuso en su campaña de 2019. Ahora se ha convertido en su jefe de gabinete. Llega muy temprano a Sol cada día desde su casa de Majadahonda y de su mente han salido algunas de las frases de más pegada de la presidenta. Le pregunto por los factores que han decantado estas elecciones: «Ha habido dos claves en esta campaña. Disolver, en vez de dejarse arrebatar el Gobierno en los despachos. Y no entrar en la trampa que convertía la campaña en un ‘democracia o fascismo’. La presidenta dio orden tajante de que nadie lo citara».
¿Ha notado grandes diferencias Rodríguez respecto a su exitosa campaña con Aznar en 1996? «Nunca en mi vida he visto tanto cariño a un político. Cuando vi que pasaba el ‘Ayusobús’ por la calle y la gente aplaudía pedí que me pincharan para saber que estaba vivo y despierto», responde un tanto hiperbólico. El éxito de su diseño con Ayuso radica en su apelación a la libertad y en que la convirtió en una líder que durante largos y duros meses se enfrentó directamente con Sánchez. El error de Redondo ha sido el inverso: convertir a Sánchez en referente de la campaña madrileña, cuando era un líder desgastado por su errática gestión de la pandemia y la crisis económica.
Redondo sale tocado de esta campaña, donde arrebató el timón al comité electoral que dirigía Ábalos y al comité de Estrategia de Adriana Lastra y donde mudó demasiadas veces la imagen de Gabilondo. El PP ha encontrado en la implosión de Ciudadanos la posible llave para abrir La Moncloa. El aleteo de una mariposa en Murcia acabó estallando en Madrid y ha mudado la faz de la política española.