Jesús Calleja y la dificultad de viajar en plena pandemia
Si hizo hablar a Fernando Simón hasta debajo del agua, qué no sería capaz de hacer Jesús Calleja con Miguel Ángel Revilla, uno de los políticos más aficionados a la televisión. Con el presidente de Cantabria fuera de su zona de confort, sudando la gota gorda en su ascenso a una montaña, inaugura el aventurero, esta noche en Cuatro (21.30), la octava temporada de ‘Planeta Calleja’. «Es el programa más emotivo que he rodado en mi vida. Nunca lloré tanto», admite el presentador. Su verdadero mérito no es desafiar a grandes retos a famosos de toda índole. Calleja consigue que las celebridades se olviden de la cámara, abran su corazón y sean cercanas.
«Hemos rodado en unas condiciones, pospandemia, donde los sentimientos de todos estaban alterados y eso nos ha hecho reflexionar hacia dónde vamos y las prioridades de la vida», asegura el presentador.
El leonés hará también viajar al espectador sin salir de casa, en un año especialmente difícil. La octava temporada ha sido quizás la más complicada, pero el todoterreno de Cuatro no agacha nunca la cabeza. «Teníamos más precauciones, pero nosotros no tenemos miedo. Se pasa miedo en el Everest, en las montañas del Ártico. Aquí escogíamos países más libres de Covid, donde todo era estable, así que no tuvimos ningún problema».
El programa más complejo fue el de Kiko Rivera, por la situación de Nepal. En Islandia invitó a Willy Bárcenas, en las exóticas islas de Santo Tomé y Príncipe «se escuchaban los alaridos de Maribel Verdú» y Paula Echevarría cambia su adorada playa por la sabana de Kenia. Otros invitados del curso son Toni Acosta y Silvia Abril (Maldivas), Santi Millán (Etiopía), el chef Ángel León (Dubái), y Omar Montes (Laponia sueca). Se le resisten famosos como Antonio Banderas y Miguel Bosé.