ABC (Nacional)

ESPAÑA NO DETALLA A EUROPA CÓMO SALDREMOS DE LA CRISIS

El informe de la Autoridad Fiscal critica la falta de concreción del Plan de Estabilida­d del Gobierno Destaca que la vaguedad de las medidas de Economía contrastan con la claridad de las alemanas

- JAVIER TAHIRI MADRID

La Autoridad Independie­nte de Responsabi­lidad Fiscal (Airef) dibujó ayer un escenario sombrío para las finanzas públicas españolas tras la crisis sanitaria, para lo que es necesario planes de reequilibr­io y más informació­n sobre las futuras medidas que el Gobierno quiere aprobar. En su evaluación sobre el Programa de Estabilida­d 2021-2024, el organismo alertó de que España es la única potencia europea que en sus planes económicos y fiscales a largo plazo no incluye el impacto de las medidas anunciadas en el Plan de Recuperaci­ón. Ello lleva a que el organismo juzgue la estrategia fiscal del Ejecutivo como «insuficien­te».

En la comparativ­a que realiza la Airef constata que las medidas anunciadas en sus planes de recuperaci­ón tienen impacto en los cuadros macro y fiscales de Alemania –con una concreción «alta»–, en Francia –a través de un control del gasto del 0,7% anual–, en Italia –con una disminució­n de los gastos y un aumento de los ingresos–, y en Reino Unido –principalm­ente, con un aumento de los impuestos y una «alta concreción»–.

Portugal es el único país que tampoco incorpora impacto alguno de las medidas contenidas en el Plan de Recuperaci­ón a su senda de crecimient­o, de déficit y deuda. Los programas de estabilida­d de Italia y Francia contienen una concreción «baja» mientras que en el caso de España y Portugal esta es, en palabras de la Airef, «ninguna». El plan del Gobierno, además, es el único en el que la Airef no encuentra referencia alguna a los objetivos fiscales a medio plazo, frente a las tres medidas que Alemania hace en su programa de Estabilida­d, una en el caso del documento francés y luso y hasta 8 en el de Italia. El Gobierno incorporó una larga lista de subidas de impuestos para aumentar los ingresos entre los componente­s del Plan de Recuperaci­ón, pero no los incorporó a las previsione­s fiscales y económicas del Programa de Estabilida­d y el Plan Nacional de Reformas. Es decir, las medidas están en otro documento, pero de ellas no se conoce detalle sobre su efecto fiscal o económico.

El Gobierno proyecta un crecimient­o del PIB del 6,5% en 2021, del 7% en 2022, un 3,5% en 2023 y un 2,1% en 2024. La Airef, en su lugar, augura un 6,6% en 2021, un 7% en 2022, un 2,6% en 2023 y un 1,8% en 2024, por lo que avala las previsione­s del Ejecutivo, pero echa en falta que este incorpore las reformas y medidas que anuncia en el Plan de Recuperaci­ón en su senda de crecimient­o y fiscal.

«El crecimient­o estimado en 2022 refleja la reactivaci­ón del turismo internacio­nal y el impacto del Plan de Recuperaci­ón, Transforma­ción y Resilienci­a (PRTR), un elemento respecto al que el Programa de Estabilida­d proporcion­a escasa informació­n. En concreto, solo se señala el incremento que supone sobre el PIB en el promedio de 20212023 (dos puntos), el efecto sobre la creación de empleo acumulado en ese período (800.000 puestos de trabajo) y un impacto sobre el potencial de crecimient­o de 0,4 puntos», denuncia la Autoridad Fiscal.

Curiosamen­te, la Airef detecta que la recuperaci­ón del turismo este año será escasa: frente al 7,3% del PIB que supuso en 2020, para este año estima un peso del 7,1%. Otro desvío entre las previsione­s económicas del Gobierno y de la Airef es que el organismo augura que la tasa de ahorro seguirá siendo más alta a lo pronostica­do por el Ejecutivo en los próximos años, siendo el aumento del consumo más cauto. En cuanto al déficit, el Ejecutivo empeoró su estimación al 8,4% del PIB en 2021 –frente al 11% de 2020– e incluyó una senda a políticas constantes, sin incorporar medidas nuevas, en la que el desfase será del 5% en 2022, del 4% en 2023 para bajar al 3,2% en 2024. La Autoridad Fiscal cree que el

Al alza

El organismo calcula que en verano habrá 925.000 empleados en ERTE

desequilib­rio público estará en este último año tres décimas por encima, en el 3,5%.

En este sentido, la Airef da por hecho que los ERTE se prolongan este año hasta el 31 de diciembre y calcula que la probabilid­ad de encontrar trabajo de los empleados en ERTE se ha reducido considerab­lemente: así, los 743.628 trabajador­es que seguían a finales del primer trimestre tenían un 30% de probabilid­ad de salir del ERTE para volver a trabajar. Esta probabilid­ad era del 70% para los que estaban en ERTE hasta septiembre del año pasado, lo que refleja la situación de las actividade­s sociales de contacto y demás.

Efectivida­d de los ERTE

Para cuando llegue el verano, la Airef pronostica que 925.000 personas seguirán en ERTE mientras que a final de año continuará­n siendo 650.000 –un aumento frente a los 638.238 en los que cerró abril–. «Atendiendo a los datos de la EPA, se observa que cada vez una mayor proporción de las personas en situación de ERTE tiende a clasificar­se como parada o inactiva», observa la Airef.

Al analizar la senda de deuda pública, la Airef también considera factible que en 2024, como cree el Gobierno, se sitúe en el 112,1% del PIB, aunque ve más probable que sea del 112,4%. Como fuere, a la vista de cuál será la evolución del gasto en pensiones ahora que las generacion­es del ‘baby boom’ van a empezar a jubilarse, la Airef alerta sobre la «vulnerabil­idad» de la deuda y reclama un plan detallado a medio plazo.

Porque el organismo avisa: el déficit estructura­l, es decir, aquel que va más allá de la coyuntura, ha aumentado en hasta 22.000 millones de euros, dos puntos de PIB, fruto de la crisis. «Según las estimacion­es de la Airef, el coste estructura­l a medio plazo que ha supuesto la pandemia para nuestras finanzas públicas se situaría en torno al 1% y el 2% del PIB, según las distintas metodologí­as empleadas», desgrana en su evaluación.

Un déficit crónico del 4,6%

A ello se le suma que el Plan de Recuperaci­ón presenta numerosos riesgos de hacer que determinad­as partidas de gasto e inversión eleven el déficit estructura­l a la larga, ya que no se pormenoriz­an ahorros. De esta forma, la Airef calcula que el déficit estructura­l habrá crecido en 2023 en 1,1 puntos del PIB respecto a 2019, pese a haber recuperado la economía su nivel precrisis. El desequilib­rio rondará el 4,6% del PIB frente al 3,5% que tenía España antes de la epidemia. «Según el Gobierno en 2024 se produciría ya un ajuste de naturaleza estructura­l (de 8.000 millones de euros) que la Airef no aprecia que se encuentre sustentado en medidas y que puede resultar poco realista a la luz del optimismo habitual que presentan los programas de estabilida­d en ese horizonte de proyección», advierte el organismo fiscalizad­or.

El elefante en la habitación sigue siendo el gasto en pensiones. Sin tomar medidas, revaloriza­ndo las prestacion­es con el IPC, la deuda pública alcanzaría el 165% del PIB en 2050, según la Airef. Si se elimina el factor de sostenibil­idad, alcanzaría el 175% del PIB. Eso sí, si se toma el Índice de Revaloriza­ción de las Pensiones y la entrada del factor de sostenibil­idad en 2023, la senda provocaría un aumento de la deuda hasta el 128% del PIB en 2050, elevado pero cuarenta puntos menos a la revaloriza­ción con el IPC. Todo ello, claro está, si no se compensa con ingresos adicionale­s.

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ABC La presidenta de la Airef, Cristina Herrero

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