Político, economista y escritor «En 1956 pedía una Constitución, hoy hay que defenderla»
▶ Este fin de semana decidirá si atiende la propuesta de Vox de defender una moción de censura a Sánchez
Ramón Tamames (Madrid, 1933) sale en los periódicos desde 1956, y eso no lo puede decir mucha gente. En el ámbito político se cuentan con los dedos de una mano. Desde dentro o desde fuera, siempre ha elevado la voz con la vocación de influir. Entonces contra Franco, ahora contra Sánchez. El hilo conductor, explica, es la defensa de la democracia constitucional. Por eso, este catedrático de Estructura Económica desde 1968 coquetea con aceptar la oferta de Vox de defender en el Congreso una moción de censura que no acaba de llegar y que suscita muchas dudas sobre si es la mejor forma de desgastar al presidente.
—¿Va usted a defender la moción de censura de Vox a Pedro Sánchez? —
Estamos en conversaciones y hemos avanzado en algunas ideas generales, pero nos hemos dado el fin de semana para que yo vea más detenidamente cuáles serían los contenidos de mi discurso; y ellos me darán un ejemplar de lo que han estado trabajando para el discurso de presentación.
—¿Quién pronunciará ese discurso? —
Supongo que va a ser el propio (Santiago) Abascal.
—A estas alturas de su vida, ¿cuál es la razón por la que quiere dar este paso? —
Porque sin plantear yo nada me lo han propuesto; y, naturalmente, una propuesta de esta envergadura, a la que le doy importancia, hay que pensársela.
—¿Quién se lo propuso? —
Fernando Sánchez Dragó. Él me llamó varias veces hace tiempo para actividades ligadas a su proximidad a Vox.
—Pero usted no está en Vox. —
Yo no entré nunca en Vox, pero la petición de Fernando me llevó a una conversación inicial. La decisión final será la semana que viene.
—¿Cómo se produce el encuentro con Santiago Abascal?
—
Primero me llama Sánchez Dragó y luego las secretarias se ponen de acuerdo. No hablé con él hasta vernos físicamente. Fui directamente al lugar de la reunión y empezamos a hablar tranquilamente; luego tuvimos otra reunión y tendremos una tercera. Espero que salgamos de dudas el próximo martes.
—¿Cuánto tiempo hablaron?
—Pues bastante, bastante. La primera vez, una hora y media y la segunda, otro tanto, por qué no decírselo.
—Existe la posibilidad poco probable de que de esa sesión salga usted presidente del Gobierno. ¿Esto lo ha valorado?
—No lo he madurado porque, primero no lo tengo decidido; y, segundo, conozco la composición de la Cámara y la actitud de la mayoría de ellos. Salvo que haya un cambio mágico, no veo que pueda llegar a La Moncloa como usted plantea. Pero en fin, no creo en los milagros políticos.
—Sería un curioso colofón a su trayectoria política.
—El objetivo final es censurar. Puede ser con el triunfo de lo que usted había planteado o, si no triunfa, pues tienes que aceptar que la Cámara se puede inclinar por rechazarla, claro.
—Entiendo lo que usted busca, pero también existen riesgos.
—Todos tenemos ganas de expresarnos en nuestras opiniones políticas y cuando me lo pide desde el Parlamento un partido constitucionalista, porque lo es, pues yo digo que lo voy a estudiar. ¿Por qué? Me decía ayer un amigo en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas: «Va a ser un discurso de la nación, y seguro que publicarás un libro». Pues no sé si lo publicaré o no, pero estoy haciendo un discurso pensando en la nación. Lo leeré o no lo leeré, pero estoy trabajando en las muchas facetas en que se puede mejorar la situación.
—Don Ramón, la primera vez que fue usted conocido fue en 1956.
—
Sí, en la rebelión estudiantil. Defendimos la democracia y la reconciliación nacional.
—¿Qué hay en común entre ese Ramón Tamames de 1956 y el Ramón Tamames que puede en próximas fechas defender una moción de censura de Vox? —
Pues fíjate, es muy sencillo. La acusación máxima que me hacía la prensa que defendía el Movimiento era: Ramón Tamames pide una Constitución democrática para España. Pues eso es lo que ahora tenemos y lo que hay que defender. Veintidós años después conseguimos la Constitución en 1978. Hoy tenemos que defenderla. Quieren meter en el artículo dos la cláusula de autodeterminación. Pero, ¿qué disparate es ese?
—¿No teme que una moción de censura a Sánchez que no salga adelante pueda fortalecer al propio Sánchez? —
Tendríamos que tener un encuentro antes de la sesión si es que llega a producirse. ¿Fortalecerle? Hombre, yo le mandé mi libro de ‘Estructura económica de España’ y me respondió muy amablemente, dándome recuerdos incluso de su esposa. Nunca ha habido ni rencor ni envidia y creo que fue un hombre valeroso cuando se retiró de escena y volvió. Esa fue una decisión comparable a la de Felipe González. Pero sí que se puede mejorar, y yo sí que querría que se mejorase, pero me temo que con la coalición que le apoya la situación es un lío.
—¿Cuál crees que ha sido el peor error de Pedro Sánchez como presidente? —
Ir a Marruecos para atender no se sabe qué historia que nos tiene que contar y cambiar de posición después de estar en la ONU más de 30 años prometiendo el referéndum. Que se entregue el Sahara Occidental a Marruecos no es un error, es una grave situación política que rompe con una promesa del Estado español que empezó incluso con Franco, porque Franco fue el que aceptó el referéndum.
—¿Cuándo fue la última vez que fue usted diputado en el Congreso?
—
—¡Hace 31 años!
—
—Y ahora está a punto de cumplir 90. —
—Llevamos años con líderes políticos jóvenes, muchos por debajo de los 40. Usted representa exactamente lo contrario. ¿Por qué cree que usted es la persona adecuada para censurar a Sánchez desde la sociedad civil?
—
La última vez creo que fue en 1992.
Sí, hace unos años ya.
El Día de Todos los Santos.
Si me han llamado, es porque algo me reconocerán. Si me llaman después de haber tanteado, porque me parece que ha sido así, a otras personas, es porque reconocen una labor de seguimiento de lo que es España a través de mis libros y me consideran una persona con un trasfondo político no hierático, ni rígido, cambiante en cierto modo.
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Petición de Vox
«Me lo propuso Dragó. He hablado dos veces con Abascal. Espero que el martes salgamos de dudas»
—¿Por qué es importante que una persona con una trayectoria tan larga como la suya y a punto de cumplir 90 años asuma esta responsabilidad? —
Porque algo se espera de lo que yo diga.