Dolores Corbella toma posesión de la silla ‘d’ de la Real Academia Española
▶ La académica, doctora en Filología, leyó el discurso ‘Un mar de palabras’
La doctora en Filología Dolores Corbella ingresó ayer en la Real Academia tras pronunciar su discurso de entrada, titulado ‘Un mar de palabras’ «porque esos miles de voces que el español atesoró gracias a aquella primera globalización atlántica de hace algo más de quinientos años tuvieron unas consecuencias inimaginables», dijo. «No solo en cuanto al enriquecimiento lingüístico, sino también por la aceptación implícita de una complejidad cultural que ha contribuido a conformar una lengua tan extensa y heterogénea».
El Pleno de la RAE eligió a Corbella como académica en febrero de 2022, en una candidatura que fue presentada por los académicos Emilio Lledó, José Antonio Pascual y Carme Riera. La filóloga tomó así posesión de la silla ‘d’, vacante desde el fallecimiento de Francisco Rodríguez Adrados en 2020. La réplica al discurso de entrada de Corbella corrió a cargo del académico Pedro Álvarez de Miranda.
Doctora en Filología, desde 1997 es catedrática de Filología Románica de la Universidad de La Laguna. Ha sido profesora invitada de varias universidades españolas y extranjeras. Coordina el grupo de investigación consolidado LexHis (Lexicografía e Historia) y ha coordinado también el grupo interdisciplinar Derroteros Atlánticos de la ULL. Fue cofundadora del Centro de Estudios Medievales y Renacentistas (CEMyR), hoy convertido en Instituto de Investigación y es miembro de la Red de Lexicografía RELEX. En 2011, junto a Cristóbal Corrales, recibió el premio de investigación filológica de la Real Academia Española, y en 2015 fue designada académica correspondiente de la RAE.
Corbella centró su discurso de aceptación en el oficio «del hacedor de diccionarios», el lexicógrafo. «Estoy convencida de que mi compromiso con la Real Academia Española me permitirá continuar con esta tarea de seguir descubriendo y valorando la riqueza de una lengua tan extensa que, con el paso del tiempo, ha demostrado que ni tan siquiera la inmensidad del mar constituye un obstáculo infranqueable para su unidad», dijo.