Dan, el joven que arrasa en redes sociales con sus fotos a mayores: «La arruga es bonita»
▶ Este retratista regala una sesión fotográfica a los abuelos que ve por la calle con el objetivo de hacerles felices
Daniel Pico Casado, o mejor dicho, Dan, como le gusta que le llamen, es fotógrafo. Retrata rostros tan populares como el de la modelo Alice Campello o el de la presentadora Pilar Rubio. «No me creo que le haga fotos», reconoce en esta entrevista con ABC en relación a la comunicadora con alma rockera. Pero Dan, más conocido en sus redes sociales como Danphto, quería ofrecer también un contenido muy particularrticular a sus seseguidores, algo que no hicie-hicieran los creadoresadores de conteni-contenido, que gustasetase y emocionase al mismo tiempo. Tan-nto como parara que quién estésté al otro lado de la pequeñaeña pantalla del smarpthonee llo-llore y reflexione.one.
« Hacer fotos y vídeos a gente desconocidada es algo que see hace mucho en redes sociales. Peroero yo quería ir másás allá, lanzar un mensaje que tocase ‘ la pata-patata’, algo que emocio-emocionara», cuentata este jo-joven toledanono de 24 años, que regalaegala una sesión de fotosotos profe-profesionales a personaspersonas mayores, esassas grandes olvidadas víctimas de la soledad no deseada y del edadismo.
Dan, a través de sus redes sociales, cuelga los vídeos en los que muestra el proceso de tan particular sesión: desde que se acerca a ellos en medio de la calle al azar y les hace la propuesta de
Dan tiene 24 años y es fotógrafo autodidacta. Asegura que le gusta sacar la esencia de cada persona manera altruista, hasta el resultado final.
«La primera persona mayor que paré me dijo que no quería», reconoce Dan a este periódico. «Me quedé un poco preocupado pero no desistí –continúa–. Primero, me acerco a ellos sin grabar para que vean que soy una persona normal. Hablo con ellos, les explico lo que hago, les enseño mi trabajo, etc. Hay que tener un poco de tacto».
Reticencias
La paciencia, el crear una relaciónlación de confianza con ellos y la profesionalidad del joven fotógrafo suelen vencer las reticencias de los elegidos, que acaban emocionándose al ver el resultado final. «Mi tía me avisó de un hombre de 100 años que siempre está esperando en un banco a su hija para comer. Fue muy agradable desde el primer momento. Se puso a llorar cuando le enseñé las fotos», recuerda Dan.
Y es que «nadie hace fotos así a las personas mayores, no es un contenido que se vea en redes... Yo, a mis abuelas siempre les hago fotos –relata orgulloso–. Son recuerdos muy bonitos que luego tienen». Según afirma de manera sincera y reflexiva, «no tenemos que olvidarnos de quienesquienes nnos han dado lo que ahora tentenemos».
La falta de maquillaje, de una piel tersa y perfecta o de un vestido elegante no son impedimentos para Dan. «A mí las arrugas me parecen algo bonito», asegura. Muchos de sus objetivos se muestran reticentes porque no llevan maquillaje, tampoco visten adecuadamente o simplemente no creen que hacerles fotos tenga valor alguno. La mayoría de ellos, a diferencia de las nuevas generaciones, nunca ha posado para un profesional ni almacenan en su teléfono miles de selfis o posados.
Un bonito recuerdo
«Es curioso cómo ellos no se ven bien –comenta–. Deberían verse con los ojos correctos porque luego, cuando les enseño las fotos, no se reconocen. Incluso creen que han sido retocadas».
Para él, es muy importante que sus modelos se sientan cómodos durante el posado. «Siempre les hago reír, procuro que estén felices. Les oriento en las poses, les hace gracia, se ríen… Les trato con cariño y amor porque, para que salgan bien retratados, es vital que confíen en ti y se relajen», cuenta Dan. Y cuando ven las imágenes, « no se creen que son ellos».
« De hecho – continúa– cuando me dicen ‘es que no estoy arreglada’, ‘ pero cómo me vas a hacer fotos a mí a mi edad’, o argumentos similares,res, más me esfueesfuerzo en sacarlescarles guapos. Y luego se sorprenden mucho. Me ggusta sacar la esencia de totoda personana». Dan, luego, les regala las fotfotos. Y tanto sus particularesres modelos comcomo los familiarliares de éstos, le agradecenag el recurecuerdo tan bonbonito con el que lesl ha obsequiaquiado.
« PasanP muchocho ttiempo solos.los. AlgunosA me dicen al ver las imágeimágenes: ‘Si me viera mmi marido, mi mumujer’... Agradecendecen que alguien les vea de otra manera. De hecho, una mujer me dijo: ‘Nunca dejes de hacer felices a las personas mayores’. Y así seguiré. Esta experiencia me está enseñando a dar importancia a las cosas que realmente la tienen», concluye.
La falta de maquillaje, de una piel perfecta o de un vestido elegante no son impedimentos para Dan