30 años de Sónar: la inteligencia artificial en la pista de baile y Aphex Twin en la cabina
Si 2003 fue el año de Björk y en 2013 llegaron Kraftwerk y Pet Shop Boys para hacer memoria, los responsables del Sónar quieren que 2023, año del 30 aniversario, sea también el del presente y el futuro de la música electrónica y las artes digitales. Un recorrido transversal por las microescenas contemporáneas y los dominios de las grandes figuras del género y, por el mismo precio, un mano a mano con conceptos de gran relevancia cultural y social como la inteligencia artificial y la emergencia climática.
Laboratorio de ideas y cumpleaños total mientras Aphex Twin, ‘enfant terrible’ de la electrónica de vanguardia, sale de la tarta. La idea, apunta Ricard Robles, codirector del Sónar, es reforzar los cimientos del festival como «casa común para todas las músicas electrónicas, lo que en su día llamados avanzadas», ahora que la partida se juega en la encrucijada formada por arte, ciencia y tecnología.
Dilemas del progreso
De ahí que el Sónar+D, congreso que se celebra de forma simultánea al festival los días 15, 16 y 17 de junio, se centre este año en las implicaciones culturales, éticas, económicas e industriales de las nuevas herramientas y procesos creativos vinculados a la inteligencia artificial. «Es la gran conversación de las próximas décadas», destaca Robles. Por ahí pasarán expertos como Kate Darling, especialista en ética robótica; el productor y gurú digital Elijah; o los japoneses Daito Manabe y Yuyu Hanai, miembros del colectivo Rhizomatiks y responsables de un proyecto que busca crear un ‘youtuber’ generado por inteligencia artificial.
En lo estrictamente musical, el Sónar, será una gigantesca pista de baile que Eric Prydz, titán del house progresivo, convertirá en banco de pruebas ‘hi-tech’ con la presentación de ‘HOLO’, una ‘megaproducción’ inmersiva. En la cabina, el protagonismo será para la surcoreana Peggy Gou, la belga Amélie Lens, el alemán Solomun y el infalible Richie Hawtin, mientras que el micro se lo rifarán la rapera británica Little Simz, una Bad Gyal crecida en su papel de superestrella de los ritmos urbanos, y la siempre inclasificable Fever Ray. Una alineación hecha por y para el baile a la que se suman los norirlandeses Bicep, el productor catalán Alizzz, el solicitadísimo Daniel Lopatin en su encarnación como Oneohtrix Point Never, figuras del rap y el trap de aquí como Albany y La Zowi, y la experimentación extrema de Ryoji Ikeda.