La hora del adiós de Jordi Alba
▶ El lateral, uno de los últimos vestigios del gran Barça, anuncia que dejará el club a final de temporada
Jordi Alba anunció ayer su adiós del Barcelona. El punto y final a once años repletos de títulos y de algunos sinsabores, aunque la memoria es selectiva y prioriza los éxitos sobre los fracasos. 18 títulos entre los que destaca el triplete conseguido en 2015 bajo la tutela de Luis Enrique, técnico que avaló su llegada a cambio de los 14 millones de euros que exigió el Valencia, adornan su palmarés (seis Ligas, una Champions League, un Mundial de Clubes, cinco Copas del Rey, una Supercopa de Europa y cuatro Supercopas de España). Para ello ha necesitado 458 partidos oficiales y ha contribuido con 27 goles, algunos muy importantes, como el que le hizo a Osasuna el pasado 2 de mayo después de que el Madrid perdiera en Anoeta, lo que dejó el título de Liga a punto de caramelo.
Barruntaba Alba su futuro tras verse relegado este año al banquillo. La explosión de Alejandro Balde en el lateral izquierdo y la necesidad de Laporta de aligerar de masa salarial la plantilla azulgrana han acabado de convencer al catalán, que siempre ha mostrado su compromiso con el club y que ha censurado las maniobras de la entidad para agilizar su salida. Con la llegada de Xavi al banquillo se ha visto relegado a un rol secundario (este año solo ha sido titular en 13 partidos y solo ha jugado 23 ratos en la Liga).
La retirada de Gerard Piqué en noviembre y el anuncio de Busquets de no prorrogar su vinculación con el Barça han actuado de catalizador y tras un periodo de reflexión ha tomado la decisión. Su adiós supone borrar de la foto una de las últimas caras del gran Barça, a aquel que enamoraba en Europa y transitaba por la Champions como una apisonadora. Solo queda Ter Stegen, que llegó el mismo verano que Alba. Pero de Alves, Piqué, Busquets, Rakitic, Iniesta, Xavi, Pedro, Messi, Neymar o Luis Suárez, ya ni rastro.
Se ahorra el Barcelona prácticamente la ficha del próximo año, aunque deberá abonarle todas las cantidades que el catalán tiene aplazadas (un total de unos 20 millones de euros brutos). Aligera masa salarial el club con las salidas de Alba, Busquets y Piqué este año, pero pierde peso en el vestuario. Se van tres capitanes y dejan la responsabilidad del brazalete en manos de Sergi Roberto y Ter Stegen. Por veteranía les correspondería subir un peldaño en el escalón de mando a Dembelé y Frenkie de Jong, aunque es una decisión democrática que se ventila en el vestuario azulgrana.
También hay que tener en cuenta que con el adiós de Alba se cierra un poco más el regreso de Messi que, ante la falta de músculo económico del Barcelona, veía un aliciente reencontrarse con dos grandes amigos como Jordi Alba y Busquets. Ahora los tres podrían recalar en el Al-Hilal. El equipo saudí ofrece 500 millones por año al argentino y está dispuesto a contratar a sus dos amigos para que le hagan más cómoda la estancia en Oriente Medio.
Alba oficializó su salida con un vídeo en las redes sociales y el club con un comunicado oficial, pero el futbolista ofreció sus impresiones durante el acto de presentación de su campus de verano en Igualada. «La realidad supero el sueño», apuntó el lateral, que reconoció que «no todo ha sido bonito, porque también hemos vivido momentos complicados». Tras asegurar que «echaré mucho de menos correr la banda del Camp Nou», se preguntó: «¿Quién le habría dicho a ese niño de 9 años que empezaba su camino lleno de ilusión en la escuela del Barça que iba a conseguir tanto con el club de su vida?», y reconoció que «lo mejor es dar un paso al lado». El domingo, ante el Mallorca, podrá despedirse del Camp Nou y de su afición.
Su pérdida de peso en el equipo y la necesidad del club de aligerar masa salarial, claves de su marcha