Mercedes Clase V, una berlina de lujo con cuerpo de monovolumen
El Clase V de Mercedes-Benz y su versión eléctrica EQV dan un salto para instalarse en el lujo ‘premium’ con una versión actualizada del monovolumen nacido en 2014. Tiene cambios de diseño, de equipamiento y en los asistentes a la conducción. Pero sobre todo, el modelo crece en prestaciones y detalles enfocados al confort interior para conductor y pasajeros. La nueva familia llega con motores de gasolina, diesel y eléctrico, desde 74.860 euros, y fabricado en exclusiva en Vitoria.
Es un producto que da respuesta a las necesidades de familias, con distintas configuraciones de asientos, que pueden ir desde cuatro plazas hasta siete. El acabado más alto presenta unos asientos traseros que son auténticos sofás reclinables con masaje. La versión EQV eléctrica llega con dos tamaños de batería (90 y 60 kWh), con una potencia máxima de 150 kW (204 CV) y una potencia continua de 70 kW (95 CV). La autonomía eléctrica WLTP está entre los 277 y 365 kilómetros.
Para la Clase V, por su parte, se puede montar un propulsor diésel con tres niveles de potencia: 120 kW (163 CV), 140 kW (190 CV), 174 kW (237 CV). Además de un motor de gasolina con microhibridación y 170 KW (231 CV). Las variantes con motor de combustión son de trac
Motores: diésel (163, 190 y 237 CV), gasolina (231 CV) y eléctrico (204 CV) Largo/ancho/alto (m):
5,14 o 5,37 / 1,928 / 1,9 Maletero:
desde 1.410 litros (con tres filas de asientos) Consumo: 8,1 l. (versión diesel) / 27,4 kWh a los 100 km (versión eléctrica)
Velocidad máxima: 206 km/h
Precio: desde 74.860 euros ción trasera; los diésel también tienen tracción total opcional y los eléctricos son de tracción delantera.
Impecable en carretera
La transmisión automática 9GTronic y una selección de diferentes programas de conducción garantizan una respuesta impecable en todo tipo de rutas. Llama la atención que un vehículo de más de cinco metros pueda callejear con la agilidad de un automóvil compacto. A esto ayuda en gran medida ayuda su gran ángulo de giro, como pudimos comprobar por la Costa Azul.
En autovía trata de tú a tú a las berlinas, con velocidades de crucero estimables y, lo mejor, una aceleración con la que salir de cualquier trampa. Los pasos de curva en zonas reviradas son precisos, parece mentira que sea un vehículo de casi 1,90 metros de altura.