«El Ártico puede hacernos revisar al alza la subida del nivel del mar »
Catedrático Ing. Hidráulica Univ. Cantabria
Si calificamos como desconocido aquello que no habíamos experimentado anteriormente, desde que tenemos registros en 1880, eso es lo que podríamos decir. Aunque el pasado evento de El Niño contribuyó, sin duda, a un aumento de la temperatura global, parece que es la tendencia de largo plazo la que está asociada a este calentamiento que estamos observando ahora. Si esto nos conduce o no a un punto de no retorno habrá que verlo durante los próximos años en los que con más datos podremos confirmar si éste es inexorablemente el camino hacia dónde vamos. En cualquier caso es una luz roja que nos alerta que algunos sistemas pueden empezar a verse seriamente comprometidos. En 2016 ya vivimos en un mundo que supera las 400 partes por millón de CO en la atmósfera y no parece probable que seamos capaces de bajar de este umbral, al menos, durante las próximas décadas. La receta para afrontar este problema es muy simple. Sabemos que a más emisio- nes, más temperatura. Desde la cumbre de París, la comunidad científica está trabajando en dotar a los políticos de herramientas con incertidumbre reducida que nos permitan valorar de manera aún más precisa los balances de emisiones y sus proyecciones ante diferentes escenarios de mitigación. Esto facilitará llegar a acuerdos más ajustados pero ya no hay excusa posible. Cambios que estamos observando en el ciclo hidrológico; eventos extremos tanto de inundación en la costa como de olas de calor, los cambios en los periodos habituales de la estacionalidad que están afectando tanto a nuestra agricultura como al comportamiento de varias especies; la proliferación de especies invasoras o el desplazamiento de algunas especies, tanto marinas como terrestres. Concretamente en la costa española, los fenómenos de erosión o el aumento del riesgo de inundación están dominados fundamentalmente por las actuaciones del hombre. Sin embargo, el aumento del nivel del mar está contribuyen- do de manera importante a exacerbar estos riesgos. En mi ámbito de trabajo, la costa, el aumento del nivel del mar contribuirá a que los eventos de inundación extrema y erosión sean más frecuentes, así como a la pérdida de la funcionalidad de algunas de las infraestructuras localizadas en la franja costera. Generará problemas en las zonas más bajas del litoral con inundación, erosión y salinización permanente en muchas zonas del litoral. Los deltas, marismas, cordones litorales o playas encajadas serán los sistemas más afectados. No obstante las últimas observaciones de lo que está sucediendo en el Ártico han encendido las alarmas en cuanto a las posibles proyecciones del aumento del nivel del mar. Si se confirman, tendríamos que revisar los niveles y horizontes de aumento de nivel del mar, ahora, lamentablemente al alza. En cuanto a la costa se refiere, la nueva Ley de Costas marcó un antes y un después para la adaptación al cambio climático, pues estableció la incorporación de la adaptación al cambio climático como un factor fundamental en cualquier actuación en la costa; determinó la elaboración de la Estrategia Española de Adaptación al Cambio Climático en la Costa que se encuentra en su fase final de aprobación; y finalmente, la obligatoriedad de establecer una estrategia semejante en las zonas de dominio público concesionadas.
LOS EVENTOS DE INUNDACIÓN EXTREMA Y EROSIÓN SERÁN MÁS FRECUENTES