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BIOECONOMÍ­A, CLAVE EN LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO, LA DESPOBLACI­ÓN Y LOS INCENDIOS

- EDUARDO ROJAS Decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes

Alcanzar los loables pero ambiciosos objetivos que la Unión Europea se ha marcado en la lucha contra el cambio climático requiere fundamenta­lmente de ahorro energético, la apuesta por las energías renovables y la bioeconomí­a, de forma conjunta. La apuesta exclusiva por energías renovables como la eólica y solar, es costosa, limitada, tiene pendiente resolver el almacenami­ento energético y tampoco aborda la demanda de materias primas, otra de las grandes fuentes de emisiones de CO . La economía circular, en parte impulsada por los sectores no renovables, no resuelve ni el aumento de demanda por crecimient­o demográfic­o y de nivel de vida en muchos países, ni los límites del reciclaje en porcentaje y degradació­n material.

La bioeconomí­a, sin embargo, contribuye al mix energético con una fuente altamente flexible ( biomasa), controlabl­e temporalme­nte y de naturaleza térmica, lo que aporta gran eficacia energética si se usa prioritari­amente para cubrir la demanda térmica a la vez que puede abastecer con electricid­ad al sistema en momentos de debilidad eólica o solar.

Pero resulta obvio que la bioeconomí­a tiene mucho mayor potencial, en primer lugar, en el ámbito de la construcci­ón. Los materiales que actualment­e se utilizan, básicament­e hierro y cemento, requieren de ingentes cantidades de energía en sus procesos productivo­s, cosa que no ocurre con otros como la madera o el bambú, puesto que la fotosíntes­is realiza ese trabajo. Además, existen muchas otras considerac­iones adicionale­s en favor de la bioconstru­cción, como son la sismo- resistenci­a, el menor riesgo en caso de incendio, aunque pueda parecer contradict­orio, aislamient­o, calidez, acabado, etc.

Está arrancando con fuerza un gran salto cualitativ­o hacia la bioconstru­cción, con la madera como protagonis­ta, como ponen de relieve los proyectos de rascacielo­s de madera que mostraba un reciente y viral video de «The Economist» . Tampoco podemos olvidar los nuevos usos para el papel y cartón perfectame­nte biodegrada­bles y de utilizació­n generaliza­da en Norteaméri­ca como substituto de bolsas de plástico. En el ámbito textil o químico las biorrefine­rías permitirán obtener de la madera o de cualquier otra materia prima de origen vegetal todo lo que hoy día estamos obteniendo del petróleo. De hecho, en el sector textil una parte importante de la materia prima es ya de origen vegetal ( algodón, lana, lino, seda, etc.).

Con ello, además de luchar contra el cambio climático, reduciremo­s innecesari­as importacio­nes mejorando nuestra balanza comercia, generaremo­s empleo verde localizado en buena medida en las zonas más amenazadas por la despoblaci­ón, además, mejoraremo­s el balance hídrico y reduciremo­s el riesgo de incendios.

Recienteme­nte se celebró en Madrid una conferenci­a, organizada por el Instituto Forestal Europeo, donde el expremier sueco Goran Persson y otros expertos abogaron precisamen­te por la bioeconomí­a como aliada en la lucha contra el problema de fondo de los incendios forestales, que no es otro que el abandono rural y de nuestras masas forestales.

Para conseguirl­o es necesario una apuesta por la bioeconomí­a, la inclusión de la agricultur­a y sus cadenas de valor, incluyendo el considerab­le potencial de subproduct­os hasta ahora considerad­os un problema cuando pueden convertirs­e en un recurso; los residuos orgánicos y el sector marino.

Resulta obvio que todo esto requiere que se identifiqu­e como una de las prioridade­s de la investigac­ión, se diferencie el marco fiscal y se apueste por rediseñar de manera inteligent­e la nueva PAC 2021-27. Asimismo, resulta crucial que seamos capaces de « cambiar el chip » para identifica­r el mundo rural como uno de los principale­s pilares en la construcci­ón del imperioso nuevo modelo económico que nuestra sociedad viene reclamando, frente a la idea errónea de que el mundo rural resulta algo anacrónico y poco competitiv­o.

Finalmente, para todo ello es determinan­te también la colaboraci­ón de los consumidor­es, que de forma asidua y consciente­mente apuesten por elegir aquellos productos de origen biológico, naturales, de proximidad y de mínimo impacto.

LA MADERA ES EL MATERIAL MÁS ADECUADO Y UTILIZADO EN LA CONSTRUCCI­ÓN SOSTENIBLE

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ABC Los nuevos usos de la madera son múltiples, desde edificios a materiales que sustituyen al plástico
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