LOS PÁJAROS INSULARES SON MÁS LISTOS
Durante los años de sequía, los pájaros carpinteros de las Islas Galápagos utilizan palitos para extraer los insectos de las cavidades de los árboles, lo mismo que hace el cuervo de Nueva Caledonia, en el archipiélago de Oceanía. Y es que, a diferencia de lo que ocurre en los continentes, las condiciones ambientales de las islas pueden llegar a sufrir importantes variaciones de año en año. Si estas se deterioran o se vuelven adversas, sus habitantes animales no pueden huir o irse del lugar como lo harían las especies continentales. A todas luces la solución pasa por reinventarse, no solo desde un punto de vista estratégico sino evolutivo. Así lo demuestra un estudio internacional liderado por científicos del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf), que revela que los pájaros que viven en islas tienen cerebros más grandes que sus congéneres continentales. Para ello se ha llevado a cabo el estudio del cerebro de 11.500 ejemplares de 1.900 especies de aves insulares y continentales y se han reconstruido los cambios producidos en su tamaño en los últimos sesenta años. La razón que sugieren los investigadores es que ello les permite afrontar mejor unas condiciones ambientales adversas y que con un cerebro más grande logran generar nuevos comportamientos que les ayudan a subsistir buscando nuevas formas y nuevas fuentes de alimento.