Ana María Ruiz, Teniente de Hermano Mayor en San Esteban.
“Las mujeres lo hemos tenido más difícil por nuestras circunstancias personales”.
Ana María Ruiz salió por primera vez de nazarena en 1987 junto a otras 25 hermanas en San Esteban. Lo deseaba, al igual que en el Silencio, donde sin embargo encontró muchas trabas hasta que lo consiguió en 2012 (el año previo llovió y no pudo hacerlo). Esta incansable funcionaria del Parlamento de Andalucía de 56 años ha sido secretaria primera en la cofradía del Martes Santo en los últimos cuatro años. Acaba de tomar posesión como teniente, la cuarta mujer que ocupa ese puesto en hermandades de penitencia de Sevilla: “Estoy muy emocionada y muy ilusionada. Es una gran responsabilidad. Nuestra prioridad es conseguir una hermandad unida, que solo se presente una candidatura dentro de cuatro años”.
El esfuerzo tuvo, por tanto, su recompensa: “Hubo una ocasión en la que yo tuve la ilusión de formar parte de una junta de gobierno y en aquel momento ese hermano mayor no quiso ser el primero en incorporar una mujer. Me sentí decepcionada. Pero yo seguí evidentemente trabajando en la hermandad como auxiliar”. Según Ana María, las mujeres lo han tenido hasta ahora más difícil “por sus propias circunstancias personales fuera de la hermandad” y considera que son más perfeccionistas. También “por inercia, por costumbre, por tradición: los hombres tienen a su lado hombres. Cuentan con sus amigos”.
Ya no es la única. En este mandato son cuatro. “Quién sabe si en el próximo seremos ocho”, aventura sonriente.