Maruja Vilches, hermana mayor de los Javieres.

“La regla de medir no es la misma para un hombre que para una mujer”.

Es, hasta el momento, la primera y única hermana mayor de una cofradía de penitencia en Sevilla. De los Javieres. Maruja Vilches ocupa ese puesto desde hace siete años, pero colabora en la hermandad desde Bachiller. Y eso que tiene –no le importa decirlo porque nadie da crédito al verla– 76 años. Está acostumbrada a lidiar con todo tipo de situaciones al haber sido maestra y directora de un colegio. “Ser la única es muy sencillo: las funciones son las mismas, el trabajo es el mismo. Y como si fuera hombre, yo me estoy esforzando para que la hermandad cumpla sus objetivos”, asegura.

Maruja se casó muy joven, al igual que sus hijos, lo que le ha permitido desde hace muchos años volcarse en su cofradía, en especial con la Caridad. Dice que los tiempos han cambiado: “Las hermandades han despertado y las mujeres están llamadas a ocupar el cargo que crean oportuno con el mismo o más éxito que los hombres”. Si bien ella no ha tenido dificultades, sostiene que “la regla de medir no es la misma para un hombre que para una mujer: no es lo mismo que una mujer beba, sea adúltera o una delincuente que un hombre”. Y esa mayor responsabilidad social, apunta, existe en la Semana Santa: “Si me llueve a mí no es lo mismo que si le llueve a un hermano mayor. Pero yo lo he aceptado”.

Y da un consejo a las mujeres que quieran gobernar su hermandad: “Que crea en sí misma. Que ponga los pies en el suelo y medite muy bien lo que va a hacer, pero que si está por ello, adelante. La mujer tiene que abrirse paso ella sola”.