Devoción La Oración

El lugar de Getsemaní estaba al otro lado de la muralla. Allí se dormía al relente en las vísperas de la Pascua. Jesús y los apóstoles probablemente llegaran tras la cena vestidos con túnicas de paño y abrigados por un manto con el que cubrirse del relente de la noche. Cubierto con el talit, como se reza ahora en las sinagogas o en el muro de los lamentos, se pudo imaginar el Nazareno en aquella noche de la agonía. También era entonces Jueves Santo.

2017 años después, o seguramente más, aquella oración en el huerto va a transformarse en la gran oración de la ciudad. Getsemaní empieza en la calle Feria y en lugar de olivos planta naranjos a punto de romper en las aguas de una tarde marzo. Cuánto tiempo ha tardado Jesús de la Oración en presidir el Vía Crucis de las Cofradías... La hermandad lo esperaba desde hace mucho y por eso lo prepara con tanto esmero. Unas andas soberbias, una túnica de Paleteiro renacida del pasado, flores que nunca se han visto en Sevilla y el cartel de Jonathan Sánchez Aguilera. Al pintor le dieron unas fotos que se tomaron hace años en la capilla de Montesión. Para ese reportaje al Cristo se le cubrió la cabeza con un paño de tela hebrea y con el talit de los rezos. Las fotos se enseñaban como si fuera un secreto. Eran soberbias pero en una hermandad como Montesión daba un poco de miedo difundirlas. El cartel de una belleza sobrecogedora sirvió como banco de pruebas y la acogida no ha podido ser mejor. Una imagen singular para un momento singular.

El Cristo de Montesión ha sido uno de los grandes desplazados por la mecánica de elección de imágenes del Vía Crucis. Así lo piensa el hermano mayor Manuel Soto, 46 años de hermano y 41 saliendo en el Cristo. “Nosotros –comenta– creíamos que un Cristo orante iba a salir antes