Un año para pensarlo
En 2018 debe salir adelante lo que se anuncia como la gran reforma de la Semana Santa. No solo es la posibilidad de diseñar una nueva carrera oficial sino también la de ampliar el número de cortejos o el número de días de la celebración. El camino se ha i
El centenario de la carrera oficial se va a celebrar poniéndola en cuestión. El avance de esa gran reforma que anuncia el presidente del Consejo Joaquín Sainz de la Maza va a ser el nuevo plan de Martes Santo o del Santo Martes como acuñó Antonio Burgos. Por una vez en la vida y sin que sirva de precedentes las cofradías realizarán el recorrido por la carrera a la inversa como un experimento para acabar con las dificultades de corte operativo que presenta la jornada. Por ahí empezamos a desgranar los proyectos que han estado o están sobre la mesa.
1.- La Santa Semana (o la Semana Santa al revés)
El Santo Martes se iba a convertir en el laboratorio de un proyecto que ha salido adelante a empellones. Ese plan, el de comenzar la carrera oficial por la Catedral y sustituye Sierpes por Tetuán, estaba diseñado para aplicarlo a la Madrugada. Pero por otras razones que serían extensas para explicar lo cogen los hermanos mayores del martes como suyo y el Consejo lo aprueba en medio de una gran controversia. Empezando por atrás, dos jornadas conflictivas como el Martes y la Madrugada quedan resueltas. Y dicen que las otras también. El hándicap es más bien de corte filosófico. La carrera ya no sería el recorrido para hacer una estación de penitencia sino para salir de la estación, con lo cual el paso de los cortejos por las parcelas de sillas adquiere un carácter más de espectáculo. Parece que se descarta.
2.- El proyecto Creagh
El plan de Jesús Creagh para iniciar la carrera oficial en Villasís y hacerla pasar por la calle Tetuán en lugar de Sierpes tiene ya una versión 3.0. Desde que su autor lo expuso en el Consejo se le han hecho mejoras a un proyecto que en líneas generales sustituye Sierpes por Tetuán, aumenta el número de sillas y de palcos y adecúa el recorrido a los estándares de seguridad que exige la administración. Lo más popular de la idea es la creación de zonas fuera de la carrera para instalar sillas a un euro. Se trataría de aprovechas calles y plaza de alta afluencia de procesiones, como la Plaza del Triunfo, para instalar este tipo de parcelas. Este plan fue acariciado por Manuel Román en su etapa de tesorero del Consejo con Antonio Ríos.
3.- El plan Magdalena
El arquitecto Antonio Martínez Ayala plasmó en planos una idea que en sus tiempos de consejero ya había sugerido Manuel Bermudo, ex hermano mayor de San Benito. La propuesta la retoma Adolfo Arenas cuando en los primeros compases de su mandato, años 2008 y 2009 contempla la posibilidad de sacar la carrera del entorno de la Campana al estar prevista la inutilización de la Plaza del Duque por las obras del metro. El proyecto “descampanizaba” la Semana Santa al crear un espacio, el de la Plaza de la Magdalena con múltiples entradas. Los cortejos avanzarían por Méndez Núñez hasta la Plaza Nueva donde se instalarían tribunas telescópicas y palcos que sustituirían a los de San Francisco. De ahí y hasta la Catedra, todo igual. Se conseguiría una carrera algo más corta pero con mejores condiciones de seguridad y servicios.
4.- Un plan duro
Una idea que han conocido en el Consejo pero que tiene muy pocas posibilidades de contemplarse es la que limitaría la carrera a la Avenida de la Constitución. Su principal debilidad es que coloca el inicio en las inmediaciones del Archivo de Indias o zona de la Aduana, un punto cercano al suroeste cuando la mayoría de las cofradías proceden del sector del noreste. El recorrido de las hermandades por la Catedral se limitaría a entrar por la Puerta de San Miguel y salir por la del Bautismo y la carrera terminaría en la esquina de la avenida con la Plaza Nueva y la de San Francisco. Una carrera oficial impecable para cuestiones de seguridad pero más corta, con menos sillas y menos ingresos para las hermandades. Poco viable.
5.- Más cofradías
A día de hoy existen 4 hermandades que han solicitado su ingreso en la nómina: La Misión, La Corona, Pino Montano y La Milagrosa que en su solicitud ya señala el Domingo de Ramos como jornada a la que se pide incorporar. Esta carta hubiera activado el mecanismo previsto en los estatutos del Consejo para estos casos: votación en el día que se pide y en caso afirmativo, votación en el pleno de penitencia. Pero este caso de la Milagrosa se ha quedado parado ya que se prefiere esperar a ver qué ocurre con la nueva carrera. Si esa nueva carrera, por su configuración fuera más corta y permitiera el ingreso de más cofradías estaríamos ante un escenario distinto y esperanzador para las vísperas.
6.- Más días
Todavía se recuerdan aquellas palabras del Cardenal Amigo, un maestro de la ambigüedad calculada, cuando dijo “si la catedral no está abierta para todos, no está abierta para na-
die” Se refería Monseñor Amigo a ese globo sonda que en su día lanzó el Polígono (antes de entrar en la nómina) para hacer estación de penitencia a la Catedral el día de su salida que era el Sábado de Pasión. Pues bien, la posibilidad de ampliar los días de carrera oficial de nuevo está sobre la mesa. A esto ha ayudado una declaración a ABC del Arzobispo Asenjo, un maestro de la concreción, en la que indicaba que no existen impedimentos litúrgicos ni doctrinales para que ocurra eso. Hay que recordar que según el Calendario General de la Iglesia, la liturgia de la Semana Santa comienza el Jueves Santo y que la Cuaresma dura hasta antes de la misa de este día en el que comienza el Triduo Pascual. Es decir que el Viernes de Dolores y el sábado de Pasión tienen la misma consideración litúrgica que el Miércoles Santo o que el Domingo de Ramos.
7.- Más restricciones
Desde ámbitos ajenos a la iglesia como el municipal o el gubernativo se ha querido deslizar la idea que una solución a los actuales problemas es el de limitar el número de nazarenos o lo que se ha venido en llamar “numerus clausus”. Incluso desde esferas municipales se ha llegado a hacer esta sugerencia para las cofradías de la Madrugada. El ex hermano mayor del Baratillo Joaquín Moeckel llegó a sugerir públicamente y en privado al Arzobispo que una buena medida sería la de establecer un periodo de tres años de demora desde que uno se hace hermano hasta que pueda salir de nazareno.
8.- ¿Y si no cambia nada?
Claro que como remate a tanto debate, una línea que se abre paso es la de trabajar en la mejora de la actual carrera oficial para resanarla y que pueda durar otro siglo más. Los partidarios de este camino piensan que retocando La Campana, descongestionando Sierpes y algunos pasillos de la Avenida la actual con- figuración puede seguir así muchos años más. Sería cuestión entonces de meterle mano a la nómina para hacer los cambios necesarios (de lugar o incluso de días) y configurar una Semana Santa reconocible para las generaciones venideras.