Violetas trianeras
Perfumistas de Sevilla y París crean una esencia que servirá exclusivamente para perfumar el ajuar de la Estrella
Es la primera imagen de la Virgen con un perfume propio. Está pensado para que desprenda su olor especialmente durante la estación de penitencia. Y tiene base de violetas. Ese fue el aroma que le dio la que fuera su camarera en los años setenta, Doña Carmen Kirkpatrick. Ella acostumbraba a rociar la ropa de la Virgen con esa esencia. La hermandad recuperó luego la costumbre utilizando un fragancia comercial, pero ahora se ha decidido a encargar una mezcla de esencias que sólo se utilizará para perfumar la ropa de la Virgen de San Jacinto. De ello se ha encargado el perfumista sevillano José Antonio Sáenz y la casa parisina Givaudan. El prioste Sergio Cornejo ha sido colaborador necesario para hacer realidad esta iniciativa. Como él nos ha contado, la hermandad tenía conocimiento de la fragancia con la que Doña Carmen impregnaba las enaguas de la Virgen. De ahí que la secretaria, Mari Carmen Martín, se ocupara de encontrar un perfume comercial para continuar la tradición. Es el que se ha usado desde entonces, pero el hermano mayor, Manolo González, pensó que el hecho de tratarse de una marca comercial hacía que la tradición perdiera cierto encanto. Y entonces Sergio se pone a trabajar. A través del hermanamiento de la Estrella con la comunidad
carmelita de Santo Ángel, conoce a José Antonio Sáenz, perfumista que pertenece al Carmelo seglar.
Saénz ha sido el creador de fragancias como ‘Agua de Sevilla’, ‘Agua de naranjo’, ‘Bulería’ o ‘Agua de Indias’. Tiene a sus espaldas una larga trayectoria pero admite que esto supone un punto de inflexión en su carrera. “Era un tema de una belleza sublime. Nadie me habia pedido en la vida que pensara un perfume para una Virgen de Sevilla”. Tiene que pensar en un sentimiento profundamente espiritual. “Las vírgenes no te dicen lo que les gusta ni están sujetas a modas, tienen una veneración brutal y por tanto no es fácil humanizar con un perfume a una imagen que representa a la Virgen María. Es un sentimiento que tiene que ver con cómo la percibes tú. Pensé que debía oler a cielo, a algo que no fuera en absoluto humano. Hemos intentado crear algo extraordinariamente femenino y completamente atemporal”.
¿Y con qué componentes se hace un perfume para una Virgen sevillana? El punto de partida que ellos tenían era la violeta, pero no es la única referencia. Están presentes todas las flores de primavera de Sevilla. Hay hasta 72 componente diferentes, todos naturales y de una calidad extrema y sin ningún fijador químico. Es un canto de la naturaleza a la Virgen. Dicho de otro modo, la naturaleza le presta su olor a la Estrella.
Para sacar adelante la idea hay que conocer cómo funciona y evolucio- na un perfume. Todo depende de la temperatura que es la que hace que los aceites esenciales se vayan evaporando. Y en base a ello todo perfume tiene tres momentos. El de la salida es vibrante, donde los olores más significativos figuran en primera línea. Luego aparece el cuerpo: los componentes que tienen mayor duración. Hay algunos aceites que se evaporan a los 36 grados y son los primeros que salen; otros que se diseñan para una mayor resistencia, de hasta 38 grados. Evidemente la imagen de la Virgen no desprende calor por sí misma, pero debemos tener en cuenta que en el paso de palio el ambiente que rodea a la Virgen alcanza los 40 grados a causa de la candelería. Por eso este aroma está diseñado específicamente para que se difunda a esa temperatura. El tercer momento es el de la base: las maderas. En este caso, José Antonio ha optado por una madera japonesa muy elegante, el Kayac. Pero hasta para eso hay una referencia sevillana. “El Kayak se conoce en Sevilla desde el siglo XVII, porque sabemos que la embajada Keicho que llegó a Sevilla con Hasekura Tsunenaga traía esta madera”.
En París
Una vez conseguida la idea, Sáenz la traslada a la casa Givaudan, una firma Suiza con sede en París. De sus laboratorios han salido algunos de los perfumes más prestigiosos de los últimos setenta años. “Cuando les dije lo que quería, no entendían
nada. Les expliqué qué era la Semana Santa, la Pasión, la representación de la Madre de Dios y que
“Pensé que debía oler a cielo, a algo que no fuera en absoluto humano. Hemos intentado crear algo extraordinariamente femenino y completamente atemporal”.
es una forma de devoción y amor y que el pueblo participa y lo fueron entendiendo, pero se les rompía la cabeza porque nadie jamás les ha pedido el olor para una Virgen”. En la propuesta trabajaron tres especialistas a los que Sáenz les comunica determinadas construcciones mentales que pueden servirles de ayuda. “Yo les dije que tenía que oler a pureza, santidad y a belleza máxima. Lo curioso es que de los tres perfumistas uno es ateo, otro es judío y el tercero es cristiano, pero ortodoxo. Con todo se emocionaron con la idea, les pareció fascinante, un reto increíble. Prueba de ello es que realizaron cuatro propuestas, cuando ellos hacen como mucho dos... y además lo hicieron muy rápidamente”. Al proyecto había que ponerle un nombre... y Sergio y José Antonio lo encontraron en el retablo de la Virgen. Durante su desarrollo en París ha sido conocido como ‘proyecto Estrella de la mañana’.
Las cuatro muestras fueron remitidas a Triana para que la hermandad optara por una de ellas. “Convocamos a todas las camareras y a algunas mujeres cercanas a la hermandad para que nos dieran su opinión y al final elegimos uno. Curiosamente es el mismo que el propio José Antonio había elegido”, comenta Sergio Cor- nejo. “Entendíamos que era el perfume que debería tener la Virgen, que despierta las sensaciones de madre entrañable; sensaciones que transmiten la devoción a la Virgen en un olor”. En esa misma idea abunda Sáenz. “Un perfume no es una marca ni un frasco. Es algo que se pone en un cuerpo y va a formar parte de la memoria de la gente que lo conozca. Es algo muy delicado y sensual, tanto como tu propio olor. Sirve para enamorar, para compartirlo, para atraer y para ser reconocible”.
El perfume se estrenará con toda seguridad cuando la Virgen se cambie para el aniversario de su coronación canónica, a finales de octubre. Se percibirá bien de cerca, pero sobre todo en la estación de penitencia. “En la calle se percibirá mejor en movimiento. Se va a a poder reconocer por su olor. Cuando te acerques al paso lo olerás, la ropa está a la altura de tu cabeza, y la parte baja de la saya. Será reconocible.” Olor a Estrella.