ABC - Pasión de Sevilla

Francisco Robles

- Francisco Robles

A la belleza por el camino del dolor, que diría Beethoven. Y al dolor por el camino de la belleza, como dice a cada momento el rostro de la Virgen que lleva en la inicial la uve de la Victoria. Es imposible encauzar en el molde de las palabras tanto caudal de hermosura. No se trata de algo superficia­l que se queda en el mero disfrute visual. Es un asunto muy profundo que llega a la raíz de los dos puntales que sostienen al ser humano: el intelecto y la emoción. La belleza de la Virgen de la Victoria nos permite ir más allá de nosotros mismos. Proceso de idealizaci­ón platónica, como sostienen los expertos en la materia artística. Platón llevado a la gubia que sacó ese perfil que hasta entonces dormía en los nudos que lo ataban a la madera. Por el otro lado, la emoción nos golpea suavemente por dentro, y se queda latiendo en ese pájaro que permanece escondido en la jaula secreta del corazón.

Muerte, ¿dónde está tu Victoria? Esa pregunta es la que marca el pasado, el presente y el futuro que nos espera. La muerte nos acompaña desde que nacemos. Nunca deja de proyectars­e como una sombra de lo que somos. La Victoria sobre esa dama que no se cansa de acecharnos es la clave de bóveda que sostiene el paso de palio que nunca deja de pasar. La Victoria sobre la muerte se traduce, para los sentidos, en esa belleza sin tiempo, en esa armonía que va mucho más allá de los colores y los volúmenes, en esa serenidad que ilumina la noche oscura el alma. Por eso la ciudad esperará ese momento único que nos permita la contemplac­ión de esa belleza en sus calles, en el espacio de lo cotidiano, en esos lugares que la Virgen dejará vestidos de hermosura.

En estos años en los que la Semana Santa se queda, para muchos, en las trifulcas de las bandas y los costaleros, en los estrenos y las efemérides, en los alfileres que sostienen el tinglado y los rostrillos de las vírgenes, bueno es que salga a la calle la Verdad que se escribe con la uve punzante y prodigiosa de la Victoria. Solo hay que tener ojos para verla en la plenitud de su belleza. Y oídos para escucharla en el tictac del corazón.

 ?? Foto César López Haldón. ?? María Santísima de la Victoria.
Foto César López Haldón. María Santísima de la Victoria.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain