Salvar vidas a ritmo de la MÚSICA
Profesionales de Medicina Intensiva y Extrahospitalaria enseñan a profesores de Educación Física a usar desfibriladores. Los expertos recomiendan hacer las compresiones en el pecho al ritmo de «Staying Alive»
Están en los grandes almacenes, aeropuertos, estaciones, complejos deportivos, colegios y centros de trabajo, entre otros lugares, y su misión es salvar vidas. En España unas 30.000 personas mueren cada año por parada cardiorespiratoria (PCR), y los desfibriladores podrían evitar más de 4.000 fallecimientos. Con una descarga eléctrica son capaces de reiniciar el corazón parado y restablecer el ritmo cardíaco. Aunque su uso impone a la población general, en realidad son muy fáciles de utilizar, tan sencillos que hasta los niños pueden aprender a usarlos. Lo importante es actuar inmediatamente ante una PCR, porque el margen para salvar la vida es de apenas cinco minutos. No hay tiempo para dudas ni temores.
Pero ¿quién puede utilizar estos equipos? Además de los profesionales sanitarios, quienes hayan realizado un curso de formación y, en situaciones excepcionales en las que no haya nadie con la formación necesaria, cualquier persona a la que el 112 le autorice por teléfono a hacerlo. Así lo establece el Decreto 78/17 de 12 de septiembre de la Comunidad de Madrid. Lo ideal es que los cursos para utilizar un desfibrilador lleguen al mayor número de personas, con el objetivo de garantizar una respuesta rápida y eficaz ante una parada. Porque la mayoría de las paradas cardíacas fuera del hospital se producen en el domicilio del paciente, porque tres de cada cuatro son presenciadas por familiares y porque los tiempos de respuesta de los servicios de emergencia médica extrahospitalaria, en el mejor de los casos, no suelen ser inferiores a ocho o diez minutos. Tiempo más que suficiente para que el paciente no sobreviva o si lo hace sea con secuelas cerebrales graves e irreversibles, si no se actúa de inmediato.
Con ese fin, la Coordinación Autonómica de Madrid del Plan Nacional de Resucitación Cardiopulmonar (PNRCP) de la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), ha empezado a formar a profesores de Educación Física de Madrid y de otras disciplinas de la ESO, para que ellos, a su vez, instruyan a sus alumnos. Esta idea forma parte del Proyecto de Formación de RCP en la ESO que se pretende desarrollar. El curso fue presentado y dirigido por los doctores Julián Gutiérrez Rodríguez, médico intensivista del Hospital Doce de Octubre, y Jose Luis Gómez Encinas, médico de emergencias del SUMMA 112, y tuvo lugar el pasado 3 de marzo en las Instalaciones del INEF dela Universidad Politécnica de Madrid.
El objetivo de este curso es aportar los conocimientos y las destrezas necesarios para poder atender una parada cardíaca hasta que lleguen los equipos de emergencias. Para ello, se enseña a los alumnos a identificar una situación de parada cardiorrespiratoria, a alertar al 112, a aplicar técnicas de resucitación cardiopulmonar y a utilizar un desfibrilador. Los desfibriladores explican mediante órdenes verbales lo que se debe hacer: descubrir el pecho del paciente, colocarle dos parches que analizarán el ritmo cardíaco y, en función de esta información, el equipo decidirá si se aplica o no una descarga eléctrica, para lo que habrá que presionar un botón.
La descarga sólo se aplicará cuando sea necesaria. El desfibrilador indicará que se reanude de nuevo la resucitación cardiopulmonar y los médicos recomiendan hacer las compresiones en el pecho -cien por minuto- al ritmo de la canción « Staying Alive » , porque marca el compás perfecto, 103 BPM ( Beats per minute) para llevar a cabo una reanimación cardiopulmonar ( RCP).
Fáciles de usar
Aunque su uso impone a la población general, los desfibriladores son muy fáciles de utilizar, incluso los niños pueden aprender a usarlo