Las pensiones

Llevamos, en el último trimestre especialmente, un tiempo asistiendo a un bombardeo sistemático por parte de todos los medios de comunicación, sobre lo que el gasto de pensiones representa en los presupuestos de España. Unos días con el aumento del 0,25, otros con la disposición de la hucha de pensiones. Pues bien, me gustaría hacer unas puntualizaciones:

1- Las pensiones las hemos cotizado puntualmente y religiosamente durante muchos años de trabajo, luego es un derecho adquirido no una concesión graciable del gobierno de turno. Es un depósito que, previamente, habíamos hecho en las arcas del Estado.

2- La Hucha de pensiones la hemos hecho nosotros antes con nuestras cotizaciones, no el Estado y se engorda con las cotizaciones de los trabajadores actuales.

3- El Estado tiene la obligación de soportar las pensiones sobre el hecho de que en su momento un gobierno aciago dispuso del Fondo de Garantía de Pensiones que tenía en salvaguarda y administración y que dilapidó en inversiones desastrosas como préstamos al extinto INI y otras inversiones del igual tono desastroso. Los Gobiernos actuales heredan los compromisos adquiridos de los anteriores; aunque provengan de la dictadura, España sigue siendo la misma, no es consecuencia de la política, sino que la política es consecuencia de los españoles y los deberes de los gobernantes no prescriben nunca.

Los pensionistas no somos vampiros del Estado, como quieren hacer creer, hemos mantenido al Estado, hemos pagado muy generosamente a sus dirigentes. Por tanto, que no quieran hacernos ahora aparecer a los pensionistas como parásitos indeseables ante los ojos de los cotizantes actuales con frases como: «Cada pensionista es mantenido por dos y medio trabajadores». Creo que más le valdría a los medios de comunicación hacerse eco de las muchas voces disidentes que criticamos las escandalosas condiciones de las pensiones de los políticos. Y al pueblo en general les recuerdo que el paso del tiempo es inexorable y que los que se consideran ahora en la cresta de la ola, cuando vengan a darse cuenta ya serán pensionistas. IGNACIO SANCHÍS FERNÁNDEZ-MENSAQUE SEVILLA