Sevilla calienta motores para ensalzar la tapa en Madrid Fusión-Saborea España
∑ Seis establecimientos de la ciudad actuarán como embajadores en esta importante cita
La próxima semana se celebra en la capital la cumbre gastronómica Madrid Fusión-Saborea España y Sevilla tiene mucho que aportar en este encuentro, como ayer dejaron claro los chefs que actuarán de embajadores en él. El movimiento gastronómico que ha llevado a gastrobares de todo el país a reinventar el concepto de la tapa tiene su origen en la hostelería hispalense y así lo transmitirán los seis establecimientos que representarán a Sevilla en este evento culinario: La Azotea, Ispal, El Gallinero de Sandra, Lalola Taberna Gourmet, María Trifulca y Cañabota. Son algunos de los más prestigiosos en el paisaje actual de la gastronomía local y se encargarán de llevar su concepto de cocina a Madrid en un momento en el que el turismo mira a Sevilla con empeño. El Año Murillo y la Bienal de Flamenco atraerán a miles de visitantes a la ciudad, turistas que también acudirán en busca de nuestra apreciada gastronomía.
Así lo manifestaron ayer los encargados de presentar la oferta que llevará Sevilla a Madrid Fusión-Saborea España, entre quienes se encontraban el alcalde Sevilla, Juan Espadas; el delegado de Turismo, Antonio Muñoz; el presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, Pablo Arenas, y el director general de la Federación Cultural de Asociaciones de Cocineros y Reposteros de España (Facyre), Diego Olmedilla, además de los chefs de los citados establecimientos. El acto tuvo lugar en el nuevo espacio gastronómico del Hotel Inglaterra: el restaurante Seis, donde parte del equipo de cocina hizo unas demostraciones en los fogones ante los medios.
La tapa, seña de identidad
Tanto las autoridades como los cocineros presentes coincidieron en que la tapa es un emblema para Sevilla y así hay que mostrarlo en Madrid-Fusión. Para el responsable de los hosteleros, Pablo Arenas, éste es un escaparate importante y es preciso «desplegar toda la artillería gastronómica» para reivindicar algo tan propiamente nuestro. «Hace décadas la RAE definía la palabra tapa como un andalucismo, así que Sevilla tiene que enseñar al mundo ese modelo gastronómico y exportar el concepto de tapeo», remarcó durante su intervención de ayer.
Diego Olmedilla, por su parte, indicó que Sevilla tiene que defender la tapa como «parte de su patrimonio cultural, puesto que es el kilómetro cero del concepto de gastrobar».
No obstante, ha habido otra época en la que no se ha promocionado como merecía este elemento tan netamente sevillano, como dejaron ver los cocineros que participarán en el evento culinario. «En otras partes de España se están llevando a su terreno la tapa, como he visto en un concurso de Valladolid que comenzó llamándose concurso de pinchos, luego de pinchos y tapas y ya en 2017 se denominó como un concurso de tapas. Es nuestra seña de identidad y debemos saber venderla», subrayó Antonio Rodríguez Bort, chef de Ispal. Otro de sus compañeros, Santiago González, de La Azotea, aseguró que aunque la tapa esté cruzando la frontera andaluza, lo que nos diferencia en el sur de España es «la actitud con la que se come aquí». «Eso es lo que nos hace grandes gastronómicamente, el cómo vivimos la cocina y cómo la compartimos, la alegría con la que atienden los camareros y la filosofía que hay en la gastronomía sevillana y en su público», añadió. Nacho Dargallo, de El Gallinero de Sandra, aludió en su intervención a la evolución que ha vivido la ciudad en los últimos tiempos. «Nosotros empezamos hace 15 años y desde entonces ha cambiado mucho el sector, Sevilla se ha puesto las pilas y ha querido innovar. También ha cambiado la inquietud del sevillano de manera notable», arguyó.