Sello utrerano en espectáculos pirotécnicos de medio mundo
∑ Un vecino de la localidad es uno de los responsables de la empresa Ricasa
Desde que tiene uso de razón, para José Antonio Vargas, Utrera está asociada con las vacaciones, el buen tiempo, la Semana Santa y los buenos ratos con su familia. De padres utreranos, José Antonio nació en Valencia, pero sus recuerdos, su gente, sus tradiciones y su corazón han estado siempre en este rincón de la campiña sevillana, lugar al que vuelve cada vez que puede y donde está marcando una época diseñando espectáculos pirotécnicos que forman parte ya de la memoria sentimental de todos sus paisanos.
En la actualidad José Antonio Vargas es el responsable de espectáculos de la empresa pirotécnica Ricasa, una firma que es líder indiscutible en este sector a nivel europeo y que está entre las tres mejores empresas pirotécnicas de todo el mundo. La empresa valenciana trabaja en la actualidad en algunos de los parques temáticos más famosos de todo el globo terráqueo y ha dejado su sello en ceremonias de apertura y clausura de varios Juegos Olímpicos.
Desde el año 2007, gracias al amor de José Antonio a su patria de adopción, Utrera disfruta de la calidad de los fuegos artificiales que pone en marcha Ricasa, tanto en la feria de Consolación como al término de la cabalgata de los Reyes Magos. La localidad ha tenido la suerte de disfrutar de una serie de espectáculos que están muy por encima de lo que se podría esperar para una ciudad de poco más de 52.000 habitantes, ya que Ricasa es una empresa que trabaja en capitales españolas muy importantes como Madrid, San Sebastián o Santiago de Compostela, localidades que lógicamente cuentan con un mayor presupuesto para estas celebraciones. Gracias a su trabajo, José Antonio Vargas ha recorrido medio mundo en los últimos años, pero aunque haya trabajado en citas de mucha importancia a nivel internacional, confiesa que «cuando soy el encargado de los fuegos artificiales de la cabalgata de los reyes magos de Utrera me pongo más nervioso que por ejemplo cuando trabajé en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, porque la gente que los va a disfrutar son mi gente».