El «incómodo» parto de una mujer en un coche de dos puertas
Personal de un centro de salud atiende a una embarazada de Isla Mayor en su vehículo
Carmen Fernández López y su marido no esperaban que la llegada de su segunda hija iba a ser tan accidentada. Vecina de Isla Mayor, ya había dado a luz a Naira hace 22 meses, convirtiéndose así en su primogénita. En la mañana de ayer nació su hermana, a la que sus padres le han puesto de nombre Leire. Entre el parto de su primera hija y esta segunda dista un abismo. O por lo menos por la forma y modo de dar a luz. Carmen, de 25 años, y su marido Jonathan Campanario Milán —un enconfrador que se encuentra en paro actualmente— acudían a primera hora de ayer con su propio vehículo en dirección al hospital Virgen del Rocío pero las circunstancias quisieron que el coche se detuviera a menos de diez kilómetros del citado hospital.
Fue justo a escasos metros del centro de salud de San Juan de Aznalfarache donde tuvieron que detenerse forzosamente ante el inminente alumbramiento de su segunda hija. Minutos antes, a la altura de La Puebla del Río empezó a romper aguas por lo que su marido se dirigió lo más rápidamente hacia el centro de salud más cercano y en previsión de que su hija naciera en el propio coche.
Pasaron Gelves, pero los dolores eran tan intensos que tuvieron que detenerse en el siguiente pueblo, San Juan, porque ambos sabían que ya no llegaban al Virgen del Rocío. Fue entonces cuando avisaron al Servicio de Emergencias 061 de la situación y al estar cerca del centro de salud de San Juan, los sanitarios se desplazaron para asistir a este accidentado parto.
Nada más llegar las asistencias, comprobaron que la niña ya asomaba la cabeza por lo que tuvieron que actuar rápidamente en el propio coche.
«Dentro de la incomodidad, fue un parto que no me dolió mucho», explicó a Efe la madre, quien se encuentra en situación de desempleo, detallando que el coche en el que dio a luz sólo tenía dos puertas, y ella se encontraba en el asiento de atrás para estar más cómoda durante el traslado. Además, Carmen expresó que aun así no «me dolió mucho».
Finalmente, y gracias a la labor de los sanitarios desplazados hasta el lugar donde se detuvo el coche, nació Leire, quien pesó 3,4 kilos. A continuación, y una vez estabilizadas madre e hija ambas fueron trasladadas hasta el hospital Virgen del Rocío, donde descansan y recuerdan este accidentado pero feliz parto de su segunda hija.
Con celeridad El conductor tuvo que desviarse de su camino hacia el Virgen del Rocío al romper aguas durante el trayecto