De Guindos desmiente a Rato y culpa a Zapatero de la crisis
«El rescate financiero sirvió para evitar la salida de España del euro», defiende
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, Rodrigo Rato y el PSOE han acusado a Luis de Guindos de entrar como un elefante en la cacharrería y provocar el rescate bancario. Y también de pergeñar el salvamento de Bankia en cenas secretas con banqueros. El ministro de Economía compareció ayer en la comisión del Congreso de los Diputados que investiga la crisis y lo desmintió. O al menos completó las medias verdades, el relato de los hechos. En primer lugar, que Rato dimitió voluntariamente como presidente de Bankia y el supervisor aconsejó recapitalizar el banco. Rato, acorralado por la Justicia, utilizó su comparecencia la semana pasada en esta comisión para ajustar cuentas con el PP y, en especial con el ministro de Economía, al que acusó de pedirle su dimisión al frente de Bankia. La versión de De Guindos es otra: fue Rato quien, el 7 de mayo de 2012, tres días después de presentar las cuentas de Bankia de 2011 sin auditar y a dos días de su nacionalización, le informó de su intención de dimitir y le propuso a José Ignacio Goirigolzarri como su sucesor. «Dimite porque ve todo lo que se le viene encima», dijo, aclarando, eso sí, que Rato, presentada ya su dimisión, pidió seguir en el cargo hasta la junta de accionistas, y él le dijo que no.
El ministro achacó la debacle del banco a sus antiguos gestores. De Guindos recordó que para cumplir con la reforma financiera la entidad presentó al supervisor varios planes «sin conseguir obtener la aprobación del Banco de España». E indicó que Rato «planteó diferentes operaciones de fusión con diversas entidades, pero ninguna de ellas se concretó». El ministro no desmintió que llegado a ese callejón sin salida no mantuviese encuentros con Emilio Botín, Francisco González e Isidro Fainé para tratar la crisis de Bankia y de la banca en general. «Sería un irresponsable si no lo hiciese», dijo, pero vino a negar que apartase del caso al supervisor. Más aún, le atribuyó un papel activo. Es más, el PP planteó ayer la posibilidad de que el exgobernador Fernández Ordóñez vuelva a comparecer ante la comisión,
Tras la dimisión de Rato, y según su versión, Ordóñez le recomendó por e-mail la conversión de las preferentes de BFA en manos del FROB por 4.465 millones en capital, y la dirección general de Supervisión del ente así lo comunicó al banco, lo que suponía la nacionalización. El 9 de mayo, los consejos de BFA y Bankia solicitaron esa asistencia. Además, frente a las acusaciones de conceder los 19.000 millones que exigió Goirigolzarri para sanear Bankia sin un informe del supervisor, recordó que esa cuantía la determinaron un experto independiente y la UE.
Otra versión
Si De Guindos ha dicho en algunas ocasión que la salida a Bolsa de Bankia fue una decisión política, ayer ofreció otras versión en esa línea, pero aún más técnica. En concreto, que el real decreto de recapitalización del Gobierno socialista permitía a las cajas salir a Bolsa para cubrir sus déficit de capital, y que con ello las necesidades de Bankia bajaban de 5.700 a 1.800 millones, evitando así su nacionalización. De Guindos defendió la intervención del Gobierno de Rajoy nada más llegar al poder ante la dejadez del Ejecutivo de Zapatero, al que acusó de poner solo parches pese a las señales de alerta de organismos internacionales y los mercados.