ABC (Sevilla)

LA COPA RESUCITA AL SEVILLA

Los de Montella recuperan el orden y la agresivida­d y sorprenden al Atlético en el partido de ida disputado en el Wanda (1-2)

- R. ARROCHA

Revive. Cuando más hacía falta. En el estadio más difícil. En la competició­n que enamora a los sevillista­s. En el momento en el que la ansiedad se había comido hasta el más optimista. En el instante en el que las apuestas señalaban con tanta diferencia como favorito al Atlético del Sevilla que cualquiera que hubiera apostado unos buenos euros a favor de los de Montella debe estar aún celebrando la fiesta... Revive el Sevilla Fútbol Club con su identidad y pasea de nuevo su bandera con el orgullo que le da no sólo haber ganado en el Wanda Metropolit­ano (proeza complicada), sino también por haber mostrado los valores que recordara Iborra en estas mismas páginas el pasado lunes: rabia, orgullo y coraje. El equipo se unió y se hizo eso, un equipo. Apretó cuando hubo que apretar, miró a los ojos al omnipresen­te Diego Costa y le dijo que se preparara, que el Sevilla no se había olvidado morder por mucha tragedia vivida en días pasados. El esfuerzo solidario entre los jugadores se hizo una constante desde el inicio del partido, y ni siquiera el tanto del Atlético, el que suponía el 1-0 cuando sólo quedaban 18 minutos para acabar el duelo, desanimó a los de Montella. Chapó. Por la capacidad del cuadro nervionens­e para remontar y por creer en ello. A falta del partido de vuelta que se tendrá que jugar en el Sánchez-Pizjuán el próximo martes, el Sevilla dio anoche un paso de gigante para seguir soñando con hacer cosas importante­s en el torneo del KO.

El Atlético, con este resultado, tiene que marcar como mínimo dos tantos en el estadio sevillista, lo que implica que se tenga que abrir, el escenario que menos le puede gustar a un Simeone vestido habitualme­nte para estar cerrados, pegados y aprovechar la velocidad de sus hombres más rápidos. Ayer, ante su gente, también jugó con esta doctrina. Le suele ir bien y no quiso cambiar. Pero el Sevilla de anoche no era el que había quedado perdido en este inicio de 2018. Como muestra un botón: aunque fue el Atlético el que empezó apretando en el Wanda, sería el Sevilla, en el minuto tres, el que tendría la primera ocasión del partido por mediación de Mudo Vázquez. Con un buen pase de Sarabia, ayer titular, el argentino tiraría fuera por muy poco desde el borde del área. Muy pronto se vio que el equipo era otro. Y no por la clara oportunida­d tan pronto para marcar, sino por el énfasis y empeño que le ponía a cada acción. De esta manera también llegaría la segunda ocasión para los de Montella, esta vez con un disparo de Sarabia que casi se cuela en la escuadra. Estaba bonito el encuentro. Con muy pocos toques y con un fútbol directo por las dos partes, las ocasiones se multiplica­ban. De un lado para otro. Le tocaría el turno en el 24 a Correa tras un buen centro de Nzonzi que paró Moyá. Cuando uno golpeaba, el otro se reponía, y viceversa. Fútbol. Y lo que evidenteme­nte se le exigía al Sevilla en una tarde exigente y de necesaria intensidad. El duelo no se frenaba y los sevillista­s seguían mirando con ahínco al meta balear buscando la sorpresa también al contragolp­e. De hecho, así llegaría la ocasión más clara de la primera parte con Sarabia a lo Laudrup para dejar a Correa sólo delante de Moyá. El meta no quiso ser menos que Sergio Rico e hizo una muy buena parada para desviar el balón.

En la segunda parte el guión sería idéntico. Más fútbol, muchísima emoción y el desespero de la afición del Atlético de Madrid, que empezó a apretar para pedirle a los suyos un último esfuerzo para llegar en las mejores condicione­s al partido de vuelta en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. El partido podía ya decantarse para cualquiera porque un detalle, visto lo visto, podría ser ya definitivo. El equipo colchonero tiró de jugadas ensayadas viendo el tiempo pasaba y que el marcador no se movía. Y así sería, en una jugada desgraciad­a para el Sevilla tras caerle el balón a Diego Costa, como el Atlético se adelantarí­a en el marcador con el tanto del hispano-brasileño cuando ya sólo quedaban 19 minutos para acabar el partido.

Montella metió a Navas por Mudo Vázquez buscando soluciones y profundida­d y la encontró pocos minutos después. Como un resorte, el de Los Palacios se fue por su banda y puso un centro envenenado que tocó en Lucas y que el meta del Atlético introducir­ía para dentro de sus mallas en el minuto 79. Por fin. Alegría para los ayer jugadores vestidos de negro. Empate y júbilo de unos futbolista­s, los del Sevilla, que rompieron en rabia tras tanta ansiedad vivida en los últimos días. Poco después entraría al terreno de juego Ben Yedder por Muriel. Montella quería más y el premio a tanto esfuerzo y ambición. Sólo quedaban dos minutos y la épica apareció cuando Ben Yedder le puso un pase al hueco a Correa para que empujara el balón con maestría .... hacía el 1-2.

 ??  ?? Correa celebra el segundo gol, que daba la victoria al Sevilla en el Wanda Metropolit­ano
Correa celebra el segundo gol, que daba la victoria al Sevilla en el Wanda Metropolit­ano
 ??  ?? Navas, Correa y Corchia celebran el gol del empate sevillista en el Wanda
Navas, Correa y Corchia celebran el gol del empate sevillista en el Wanda

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