Precaria situación laboral
Empecé a trabajar como entrevistadora de campo para el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), organismo adscrito al Ministerio de Presidencia, en el año 1970. Tres años más tarde asumí la labor de coordinadora de la Unidad de campo de Sevilla. Dicha tarea la he desempeñado ininterrumpidamente durante cuarenta y siete años. El pasado año de 2017, a raíz de la implantación del sistema CAPI, que pretende realizar toda la gestión administrativa mediante ordenadores, me vi obligada a dejar el trabajo, debido en parte a la complejidad que para mí supone aprender dicho sistema, y por problemas de salud, algo propio de los 82 años que cumplí el pasado mes de septiembre. El problema radica en que esto no ha sido una jubilación al uso, pues no me ha quedado ni siquiera una pensión de la que poder vivir. Me gustaría que las personas que tengan las competencias oportunas tengan a bien sentarse a meditar y a pensar en solucionar el problema que tenemos todos los coordinadores y entrevistadores que formamos parte de la unidad de campo de este organismo, a fin de que nuestro trabajo pueda ser reconocido como tal. Son más de cien personas las que continúan en esta precaria situación, sin ni siquiera tener derecho a la baja por enfermedad o a vacaciones; y creo que sería primordial cuidar lo que considero que es más valioso para esta Institución Pública, como son sus entrevistadores de campo al igual que su inestimable labor, que tanta información recogida a pie de calle ha procurado siempre al conjunto de la sociedad española. ANA MARÍA DE LA CRUZ BUGALLAL SEVILLA