TERCIO DE VARAS
El gran poder T
ODO Poder tiende a ser absoluto: el que no lo consigue es porque no puede y el «régimen» que gobierna la autonomía desde siempre nunca fue una excepción en esa materia. Última demostración, que viene a sumarse a tantas otras: el ukase de doña Susana ordenando vaciar por completo de rivales al Consejo Consultivo, ese chiringo expletivo pero costosísimo, sin otra función que asilar a ilustres acreedores partidistas y lustrarle los zapatos al Jefe. Un «crítico» parece que había en él y ni a ése han dejado, porque será sustituido por una «compañera», fiel a prueba de nómina, en pro de la unanimidad. No tiene remedio, lo sabemos desde Alejandro y César. Que hayan menguado las tallas es lo de menos. El fondo de la cuestión —la irresistible tendencia al absolutismo— no ha variado ni poco ni mucho.