ABC (Sevilla)

La deuda pública sube en 9.043 millones y alcanza el 98,4% del PIB

- J. TAHIRI MADRID

La deuda pública bate récord en términos absolutos desde que comenzó la crisis, si bien el crecimient­o de la economía avanza más rápido y provoca que en relación al PIB lleve varios años a la baja. El pasivo de las administra­ciones aumentó entre enero y noviembre de 2017 en 35.587 millones de euros, 9.043 solo en dicho mes, hasta los 1.142.801 millones, su máximo histórico. Al compararlo con el tamaño de la economía esta mareante cifra supone un 98,38% del PIB, según el Ministerio de Economía con datos del PIB nominal de noviembre.

Como indicador, las administra­ciones aumentaron su endeudamie­nto hasta dicho mes con un ritmo del 3,8%, inferior al 4,3% de PIB nominal que avanzó la economía en 2017 –un 3,1% en términos reales–, a ojos del Gobierno. Ello explica que pese a que el numerador de deuda engorda, el denominado­r del PIB crece más y el pasivo diluye su peso. De hecho, el Ministerio de Economía asegura que cumplirá su objetivo para este año del 98,1% del PIB, lo que supondría una reducción de nueve décimas frente al 99% en el que cerró 2016. Sería así el tercer año consecutiv­o en el que la deuda se reduce en relación al PIB.

Margen

Con vistas al último mes de 2017, el Ejecutivo cuenta incluso con un margen de unos 2.200 millones en los que puede aumentar su endeudamie­nto y aún así cumpliría con la meta si la economía crece el 3,1% previsto. Junto a la favorable salud de la actividad, el Gobierno tiene otro as en la manga para adelgazar su deuda: la reconducci­ón del déficit. A medida que el agujero de las administra­ciones se reduzca y empiezan a cosechar superávit primario –es decir, descontand­o el pago de intereses–, el ritmo de desapalanc­amiento se acelerará. España es el séptimo país donde las administra­ciones conjugan con mayor ahínco el verbo deber en la UE, tras Grecia (175% del PIB hasta junio), Italia (134,7%), Portugal (132,1%), Chipre (107,6%), Bélgica (106,6%) y Francia (99,3%).

No siempre fue así. Cuando comenzó la crisis, España tenía una deuda pública del 35,6% en 2007. Diez años más tarde, casi se ha triplicado y ha aumentado en 750.000 millones. El aumento, de 62 puntos del PIB, correspond­e según la Autoridad Fiscal en 25 puntos a la debilidad de las cuentas públicas, en 21 puntos al ciclo económico, en 8 puntos al pago de intereses de deuda, en 7 puntos a las ayudas a la banca y en 5 puntos del PIB a contribuir a los rescates de Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre.

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