La planta de torres eólicas del puerto supera ya los 200 contratos
La compañía GRI Towers afronta un encargo de Navantia y un nuevo pedido de la multinacional Vestas en el primer año en las instalaciones sevillanas
La fábrica de torres eólicas de GRI aún no lleva un año instalada en el puerto de Sevilla y ya ha realizado 210 contrataciones. Las últimas se han hecho antes de final de año, para afrontar los encargos con los que ya cuenta esta filial del grupo Gonvarri, que comenzó a adaptar las instalaciones la pasada primavera en el polígono Astilleros, donde ocupa una superficie 160.000 metros.
Fuentes de la empresa explican a ABC que «este 2017 ha sido el año de la construcción de la planta y del arranque de la producción», por lo que ha sido necesario formar a la plantilla y afrontar el durísimo proceso de homologación para trabajar con clientes de primer nivel. Las fuentes consultadas aclaran que «se ha cumplido con éxito de plazos y de calidad con los compromisos del primer pedido». La encomienda procedía de la multinacional de energías renovables Vestas, que ya ha recibido las 48 secciones de torres eólicas «tipo LDST». «Hemos pasado satisfactoriamente el exigente proceso de evaluación de este cliente, líder mundial en la eólica, abriendo paso a la continuidad de pedidos que ya se ha iniciado para 2018», aseguran.
Ese nuevo reto lo afrontarán a partir de marzo, mientras tanto, los operarios trabajan en los pilotes que fabrican para la subestación eléctrica que construye Navantia en Puerto Real y que será el corazón de un gran parque eólico marino de Iberdrola en el norte de Escocia, el East Anglia One.
GRI Towers resultó adjudicataria de la concesión de la mayor parte del suelo de los antiguos astilleros hace poco más de un año y en este tiempo ha rehabilitado una de las naves, ha construido otra de nueva planta y ha adaptado un edificio de oficinas, al que el equipo se ha trasladado hace apenas una semana.
300 empleos en 2018
La compañía cuenta ya con la mitad de la plantilla, compuesta por soldadores, especialista en corte, pintores industriales, técnicos e ingenieros superiores, que ha sido formada por profesionales de otras fábricas del grupo, procedentes de Turquía y Brasil. La intención es alcanzar los 400 empleos creados este año, cuando «se terminará el pedido de Navantia y se iniciarán los nuevos para Vestas y otros clientes», indican desde la dirección de la factoría sevillana.
Los profesionales que se han contratado son altamente cualificados, pero no serán los últimos. La plantilla crecerá en los próximos meses en, al menos, otras cien personas. Las fuentes consultadas consideran igualmente que «este 2018 será el año de la consolidación del proyecto sevillano, para el que creen fundamental la puesta en marcha del Centro de Innovación y Formación Elcano, donde GRI tendrá un papel relevante».
La multinacional madrileña también ha tenido serios problemas para encontrar a profesionales con el perfil adecuado, como ha sido el caso de los soldadores. Tal es la escasez que ellos mismos han acreditado a los profesionales para que pudieran incorporarse a los programas de trabajo tanto para Navantia como para Vestas. Y no son los únicos. Las empresas vecinas, Megusa y Tecade, han afrontado situaciones parecidas para responder a los pedidos que tienen en cartera para importantes proyectos internacionales, como el puente de Montreal o la ampliación de la red de autovías de Escocia.