Derechos de autor
¿Quién fue el primero que hizo un steak tartar o un marmitaco? ¿A quién le atribuimos la tortilla de patata?
Circula por las redes sociales en los últimos tiempos un movimiento que reivindica los derechos de autor de los cocineros. Según los defensores de esta iniciativa, apoyada por algún bufete de abogados que supongo que lo que busca es sacar tajada del asunto, las recetas tienen autor y cuando otro cocinero las reproduce y las incorpora a su carta debería hacer mención expresa del creador del plato. El tema es muy complicado. Cierto que en la cocina de vanguardia, «cocina de autor», los chefs creativos han ido elaborando platos propios que han sido copiados en mayor o menor medida por otros colegas. Pero resulta difícil saber si ese plato creativo no ha sido inspirado por otro de un cocinero anterior menos conocido. Y yendo más allá: ¿al hacer una tortilla de patata o un gazpacho, a quién le atribuiríamos la autoría? ¿Quién fue el primero que hizo un steak tartar o un marmitaco?
Lo bonito de la cocina que llamamos tradicional o clásica es que las recetas han ido pasando de madres a hijas, de los cocineros a sus aprendices, verbalmente casi siempre, a través de recetario impresos en otros casos. De la misma forma, muchas de las elaboraciones que ahora consideramos «modernas» formarán parte algún día de la cocina «tradicional». Porque la gastronomía es evolución. Ferrán Adriá, el más grande de los cocineros de vanguardia que hemos tenido en España, creaba cada año en el El Bulli más de un centenar de platos nuevos. Y siempre los ha compartido con generosidad sin reivindicar sus «derechos de autor».
En principio, parece una batalla perdida, aunque en los tiempos que corren nada es descartable. Imaginen lo que pueden ser las cartas de los restaurantes si esa reivindicación saliera adelante. Al final de las mismas un apéndice al modo de lo que se hace en los libros académicos con la bibliografía, indicando el creador del plato y el año de creación. Como si a alguien, salvo al autor, le importara lo más mínimo.