Europa entra en pánico por la mortalidad al alza de la cepa británica
89% de las actas de defunción se firman en las residencias de ancianos. Uno de los principales obstáculos que está encontrando la campaña de vacunación es el rechazo de buena parte de los miembros de los grupos de prioridad, que son ancianos, enfermos crónicos y personal médico y sanitario, para los que se estudian incentivos.
Por su parte, Francia extendió a todo el territorio galo la orden de adelantar el toque de queda a las 18.00 horas. Además, Jean Castex, primer ministro y jefe de gobierno galo, anunció la obligación de pedir una prueba de Covid negativa a cualquier viajero que proceda de un país foráneo de la UE, que deberán presentar o realizar inmediatamente nuevos tests y pruebas, incluso tendrán que aceptar posibles cuarentenas personales o familiares de una semana. Lo hizo por el miedo que ya se propaga por toda Europa a una variante del virus, procedente de Brasil. Los científicos advirtieron ayer de que esta nueva variante puede llegar a infectar a personas que ya se han recuperado del Covid. La nueva cepa ha mutado para volverse más infecciosa y tiene diferencias notables que la ayudan a evadir los sistemas inmunológicos.
Segundo confinamiento
Ese fue el motivo por el que Reino Unido prohibió ayer la entrada de pasajeros provenientes de varios países de Latinoamérica y Portugal, debido al hallazgo de esta mutación del SARS-CoV-2 en Brasil. El país no resistiría, dijeron ayer sus autoridades, la suma de esta nueva cepa a la incidencia que está causando la suya propia, con una virulencia que mantiene desbordados desde hace semanas sus servicios sanitarios. Ayer el país registró 48.862 nuevos contagios, mil más que el día anterior.
Portugal encara su segundo confinamiento en menos de un año a causa del fuerte incremento de contagios y una cadencia de 600 muertos diarios que amenaza con colapsar las funerarias. La situación es grave en el país vecino, lo que ha llevado al Gobierno socialista a actuar sobre la marcha y aprobar un paquete de medidas no exento de polémica, en vigor desde la medianoche de hoy y hasta el 30 de enero, prorrogable si es necesario. Todas las escuelas lusas permanecerán abiertas, se autorizan las misas y los partidos de fútbol, que continuarán celebrándose a puerta cerrada. El primer punto ha originado un tremendo revuelo, porque el portugués no entiende por qué tiene que quedarse en casa pero llevar a los niños al colegio.