Unos 1.300 millones menos entre la Feria y la Semana Santa
La suspensión de las fiestas de primavera, un mazazo para la economía sevillana
El otro pilar del movimiento económico del sector servicios, el comercio, también presenta unos índices de caída de ingresos contundentes. Pese a tratarse de una esfera con una casuística muy variada, la evaluación que ha realizado este gremio señala una bajada de la recaudación que roza el 55%, según apuntaron a este periódico fuentes de Aprocom, la entidad que aglutina el comercio sevillano. Las oscilaciones anuales en este sector, tanto al alza como a la baja, solían estar sobre el 1% o el 2% como máximo, cifras que contrastan con ese tremendo 55% de caída, una hecatombe. Los análisis en este ámbito se realizan normalmente en porcentajes, ya que resulta muy complejo calibrar los ingresos globales y sus variaciones al tratarse de un sector muy heterogéneo, pero sí puede afirmarse que, en general, el comercio sevillano ha dejado de ingresar en torno a 1.400 millones de euros en relación a los años previos.
Uno de los balances económicos más recurrentes en Sevilla capital es el que se realiza sobre sus dos fiestas de primavera, la Semana Santa y la Feria de Abril, hitos principales que suponen una fuente de ingresos vital. La suspensión de ambas el año pasado por culpa de la pandemia de coronavirus, por ello, ha generado también un agujero de recaudación bestial en la ciudad, especialmente en el caso de la Feria, que supone nada menos que el 3% del PIB local cada año.
La semana de farolillos, según los indicadores más recientes, conllevan unos ingresos en torno a los 900 millones de euros por edición, con lo que se sumarán 1.800 millones sin entrar en la caja de la ciudad cuando tampoco esta próxima primavera pueda celebrarse. En 2020, la previsión estaba situada cerca incluso de los mil millones a tenor de las estimaciones de visitas y de turistas que se manejaban desde Turismo de Sevilla y que se trasladaron a la Delegación de Economía del Ayuntamiento. Esto supone una auténtica ruina para los sectores vinculados a este evento sevillano, como la moda flamenca, los caseteros, las empresas de atracciones, la planta hotelera, los hosteleros y bodegueros o la propia venta ambulante. A ello hay que sumar el impacto económico en el que se ha calculado la celebración de la Semana Santa al modo tradicional, con procesiones en las calles, que se calcula en torno a los 400 millones de euros entre bares, alojamientos y comercio. Entre ambas citas, por tanto, la capital andaluza dejó de ingresar en el desgraciado año 2020 unos 1.300 millones de euros, una cifra de una envergadura tremenda si se tiene en cuenta que el presupuesto anual del Ayuntamiento, por ejemplo, no llega a alcanzar los mil millones.