Más de 300 militares del Estado Mayor de la Defensa recibieron la vacuna del Covid
«Asumimos una orden», aseguran fuentes de las FF.AA. conocedoras del protocolo del Emad
El Estado Mayor de la Defensa (Emad) recibió una remesa de más de 300 vacunas contra el Covid-19 para proceder «con urgencia» a su administración «ya que la campaña de vacunación iba retrasada en el país y se quería dar ejemplo; además teníamos el objetivo de blindar a personal militar adscrito a capacidades críticas de la Defensa Nacional», explican a ABC fuentes de las Fuerzas Armadas conocedoras del protocolo de vacunación que se ha seguido en el Emad.
La vacunación en el Emad comenzó el martes 19 de enero. Se procedió a ella tras recibir previamente la «Estrategia de Vacunación frente a Covid19 en las Fuerzas Armadas» –a la que ha tenido acceso este diario– y tras recibir el 13 de enero una instrucción de la Subsecretaría de Defensa dirigida a todos los jefes de Estado Mayor Conjunto de la Defensa, Tierra, Armada, Aire, UME y Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad el Rey para que procedieran a la vacunación. Este último documento lo adelantó ayer Vozpópuli.
Las mismas fuentes consultadas por ABC insisten en que el Emad recibió esas «alrededor de 300 vacunas», independientemente de las que recibieran otros ejércitos o instituciones militares, como parte de una orden y para garantizar la operatividad de cinco mandos críticos que se encuadraban a las ordenes del ya dimitido jefe de Estado Mayor de la Defensa ( Jemad), general del Aire Miguel Ángel Villarroya.
Reparto de vacunas
Del total de vacunas recibidas por el Emad, el 50 por ciento se derivaron al Mando de Operaciones, el más numeroso de los cinco y que se encarga de las operaciones en el exterior y las permanentes en España. De este modo, se procedió a la vacunación de personal del buque Castilla que partirá en febrero a la misión Atalanta, pero también a mandos críticos como el comandante del
Mando de Operaciones, Francisco Braco, y otros oficiales, suboficiales y personal de tropa. El resto de dosis de Pfizer BioNTech se distribuyó en partes proporcionales entre las otras cuatro instituciones críticas para la Defensa Nacional bajo supervisión del Emad.
Instituciones críticas
«1. Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (Cifas); 2. Mando Conjunto del Ciberespacio; 3. Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden); 4. y el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) de la OTAN, con base en Torrejón de Ardoz (Madrid) y que supervisa la seguridad aérea de la zona sur de la Alianza las 24 horas del día», se detalla.
¿Quién se vacunaba en cada uno de esas cinco instituciones? «Lo decidía el mando según criterios de despliegue en operaciones en el exterior, capacidad crítica o edad», explican. Al Emad solo le correspondía decidir la vacunación en esas cinco instituciones. Por ejemplo no le correspondía la decisión de cómo vacunar ni priorizar otras unidades que no estaban bajo su mando como son los sanitarios del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, donde aún hay militares sanitarios que no han recibido la vacuna.
Por ello, incluso dentro del Emad, hay críticas de por qué se derivaron vacunas para «blindar» estas instituciones militares si personal militar sanitario estaba aún si vacunar en otras unidades.
El Emad repartió su remesa de vacunas acogiéndose al punto quinto de la «Estrategia de de Vacunación» emitida el 5 de enero por la Inspección General de Sanidad de la Defensa (Igesandef), dependiente de la subsecretaria de Defensa, Amparo Valcarce.
En ese documento de 33 páginas se explicita en su punto 7 los «Grupos diana de vacunación en las FAS [Fuerzas Armadas]». En el apartado quinto está el criterio seguido para vacunar a mandos y personal militar de capacidades críticas: «Personal de las Unidades que a criterio del Mando sea considerado como crítico ( Jefes de Unidad, tripula
«Se ha fallado en valorar el impacto en la sociedad y la derivada política de la campaña de vacunación»