La UPO ya tiene todos sus estudios de grado certificados
El alumnado de la Universidad de Sevilla está alborotado. La decisión del Rectorado de apostar por la máxima presencialidad en los exámenes provocó numerosas críticas y peticiones de dimisión del rector, Miguel Ángel Castro. ABC ha entrevistado al delegado de alumnos de Derecho, una de las facultades más emblemáticas de la Hispalense, sobre la incertidumbre del estudiantado y la modalidad en la que deben hacerse los exámenes. Ramón J. González, que además de representante estudiantil es alumno de 4º de grado, habla sobre la polémica y defiende los exámenes virtuales. Una petición que justifica en los riesgos sanitarios en plena tercera ola del coronavirus: «Que no nos metan en un aula a 120 a hacer un examen en plena tercera ola», reivindica.
El estudiante no entiende que la única razón para la presencialidad sea evitar el fraude. «La mayoría de universidades están adaptándose a la evaluación telemática y no supone problema. Fraude va a haber tanto en exámenes presenciales como on line. Lo de copiar no es algo nuevo. Y se copia igualmente en los exámenes presenciales como on line, por desgracia», advierte.
De hecho, asume que el curso pasado cuando se hicieron todos los exámenes virtuales (salvo excepciones) se copió. Sin embargo, según dice, el problema es que hay profesores que no se han adaptado para evitarlo. «No se puede poner un examen práctico en el que si copias tres palabras del enunciado te salga en el primer enlace en Google. Así se lo das en bandeja al alumno», advierte. A su juicio, aunque no es fácil para los profesores la evaluación virtual, se puede minimizar el riesgo de fraude. Por eso cree que es parte de la responsabilidad de los docentes evitar esa posibilidad: «No es que los profesores tengan la culpa, sino que en ellos está la responsabilidad de poner la evaluación de forma que sea lo más justa y no se copie», afirma.
Aún así, el representante estudiantil, cree que el fraude no fue la tónica general. «El año pasado no se podía copiar tan fácilmente. Pero es más fácil copiar en una teórica que en una práctica», asume. Cuando se le pregunta si hubo exámenes en grupo o estudiantes que pagaron porque les hicieran la prueba, Ramón J González afirma que era «inevitable» y que hubo fraude porque era una situación nueva. Pero insiste en que «no se puede decir que copió todo el mundo», aunque ocurrió lo mismo que en colegios s e institutos. Por eso recuerda que los s estudiantes escribieron a los profeso- res pidiendo que dieran más peso a la a evaluación continua y se redujera el l peso de los exámenes.
La «mala imagen»
En cualquier caso, el delegado de De- recho asume que la petición de exá- menes virtuales «está creando una a mala imagen» del alumnado, aunque e lo achaca al hecho de que algunos profesores les acusen de fraude si se usa ese sistema. E insiste en que la pandemia es el único argumento de su petición de pruebas on line. «No lo pedimos para copiar, sino por la salud», recalca.
No lo ve lógico «No es lógico que nos prohíban juntarnos y haya que ir a un examen», afirma
La Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad Pablo de Olavide y el Centro Universitario San Isidoro, adscrito a la UPO, han obtenido la certificación de la implantación de su Sistema de Aseguramiento Interno de Calidad (SAIC) por el programa AUDIT de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), convirtiendo así a la UPO en la primera universidad española con todos sus centros de estudios de grado certificados. Ciencias del Deporte y el Centro Universitario San Isidoro recibieron la visita de los auditores de la ANECA el pasado octubre. Se trata del último paso en el proceso de evaluación de su SAIC, culminando así un proceso iniciado en 2009 tras la certificación del diseño del sistema que ha exigido superar procesos de evaluación y auditorías.
Cuando se le pregunta si cree que se pone en riesgo la salud con pruebas presenciales, p recuerda las aglomeracionesi de la Escuela de Ingenieros. «No es lógico que nos prohibieran juntarnos en Navidad y que en las terrazas no pueden ser más de cuatro y haya que ir a un examen», afirma, insistiendo en que aunque las distancias se puedan mantener en la aulas, el problema es la entrada y salida, en que «no se puede poner un policía en cada puerta» y que hay muchos estudiantes que deben coger un tren o un autobús para llegar al examen. E insiste en que lo ideal serían todos exámenes on line y cree que la apuesta por la máxima presencialidad puede esconder también motivos económicos. «Puede que crean que si se hace on line va a llegar menos financiación», dice.
En cuanto a la gestión del rector también es crítico. «Debe hacer frente a los problemas de la universidad», dice el delegado de Derecho recordando a Miguel Ángel Castro la autonomía de la universidad e insistiendo en que está haciendo caso omiso a los estudiantes y en que tras ser elegido, no está escuchando a los estudiantes ni se reúne con estos. «Está ausente, no se interesa por ellos», dice.
Dice que Miguel Ángel Castro está «ausente» y no escucha a los estudiantes